Con la demanda por el Fondo del Conurbano como catalizador, pelearán más recursos en la inminente discusión en el Parlamento por el proyecto de Presupuesto 2018, y una mayor coparticipación de lo recaudado en impuesto al cheque, en retenciones al agro y en el fondo vial sobre los combustibles.
A 10 días de las PASO del 13 de agosto, los gobernadores peronistas -en liga ampliada y más crítica- se pararon ayer en bloque frente a la pelea judicial de María Eugenia Vidal para volarle el techo al Fondo del Conurbano y cosechar unos $ 300 mil millones extra: pedirán una audiencia al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, para advertir los riesgos de la pretensión y proponer una salida política, vía una reforma fiscal.
En paralelo, lanzaron una dura batalla contra Mauricio Macri en el Congreso en pos de garantizar un mayor envío de recursos para las provincias.
Fue en el marco de una cumbre en la porteña Casa de Entre Ríos, con Gustavo Bordet como anfitrión, que reunió a doce mandatarios del PJ, un vice y un candidato a gobernador justicialista, y dibujó una foto de fuerte contenido político que los muestra unidos en los reclamos ante la Casa Rosada y en la reorganización partidaria de cara al 2019.
En los hechos, la demanda de Vidal para eliminar el techo de $ 650 millones del Fondo del Conurbano terminó así funcionando como un catalizador para la discusión en el Congreso en pos de un reparto más equitativo de recursos entre Nación y provincias, ante el temor de que le concedan la cautelar y ello derive en una millonaria merma en la coparticipación para el resto de las provincias.
Por eso, al promediar la reunión se sumó, especialmente convocado para la ocasión, el jefe del bloque PJ-FpV del Senado, Miguel Pichetto, quien abogó por un «diálogo político, no judicial» y pidió «un nuevo acuerdo fiscal».
Uno de los gobernadores consultados por Ámbito Financiero confirmó que el plan en el Congreso apuntará a batallar más fondos para las provincias en el proyecto de Presupuesto 2018, que serán enviado en los próximos días. Pero además habrá pulseadas en pos de una mayor tajada de la coparticipación -en detrimento de las arcas nacionales- del Impuesto al Cheque, de las retenciones al agro (el Fondo Federal Solidario, o Fondo Sojero) y del fondo vial.
«Hoy Nación se queda con el 62% (de los recursos coparticipables) y las provincias con el 38%; queremos que esto cambie», enfatizó tras el encuentro el cordobés Juan Schiaretti, quien volvió a aparecer como una de las figuras fuertes de la liga.
Tras el cónclave -que incluyó una reunión paralela de ministros de Gobierno y de Economía- quedó claro que, por diferencias de criterios, no habrá una respuesta unificada ante la Corte por parte de las provincias, en el marco de las citaciones que les cursó para que opinen sobre el reclamo. Pero sí emanaron pautas de consenso que plantearán a Lorenzetti, en una audiencia en la que pretenden que sean invitados todos los gobernadores, incluidos los de Cambiemos.
Los caciques coinciden en que el planteo de Vidal puede o no ser justo pero que no debe ser saldado a costa de los recursos de otras provincias, y sí con fondos nacionales. Además enfatizan que el round debe darse en el Congreso y no por un «atajo» en la Corte, e insisten en defender la gobernabilidad de Nación y provincias.
En la cumbre además analizaron el escenario justicialista con la mirada puesta en fortalecer el rol del bloque en la discusión para la reorganización partidaria, que patearon para después de octubre.
En lo público, manejaron un discurso único: el de encapsular la batalla electoral de Cristina de Kirchner a la faz bonaerense y mostrarla como un actor más que deberá sentarse a la mesa con el resto de los caciques peronistas si revalida pergaminos en las elecciones de octubre.
«Más allá de lo que pase en Buenos Aires, el peronismo está acá», dijo uno de los asistentes, y remarcó que «está ganando en la mayoría de los distritos» y que saldrá «fortalecido» de las urnas para dar la discusión que se viene.
El combo de fondos y campaña resultó un imán que sumó nuevas figuras -de tono crítico- al staff de la liga reflotada en mayo, con 14 provincias representadas. Estuvieron los pioneros Schiaretti, Bordet, Domingo Peppo (Chaco), Juan Manzur (Tucumán), Lucía Corpacci (Catamarca), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Hugo Passalacqua (Misiones) y Sergio Casas (La Rioja), además de dos ausentes aquel día: Urtubey y el sanjuanino Sergio Uñac. Y se sumaron el vice José Neder (Santiago del Estero) y Carlos Espínola, candidato a gobernador en Corrientes.
Pero además asistieron dos peronistas más esquivos a las cumbres recientes -el pampeano Carlos Verna y el formoseño Gildo Insfrán-, que sorprendieron al llegar juntos y mixturar así un antikirchnerismo claro con un historial cercano a CFK. En cambio, la espera fue en vano y no llegaron otros convocados: el chubutense Mario Das Neves (ver aparte) y el sanluiseño Alberto Rodríguez Saá, lo mismo que la santacruceña Alicia Kirchner.