El ministro de Economía presentó el plan de pago de la deuda externa en el que recién empezarían a pagar en 2023 con un período de gracia de tres años.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció este jueves 16 de abril que la propuesta de pago de deuda externa a los bonistas planteará una quita de 3.600 millones de dólares en stock de capital y de 37.900 millones en intereses, equivalente al 62%.
«Argentina empezaría a pagar en 2023», anunció el ministro en una conferencia en la residencia de Olivos que encabezaron el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner. De esta manera, habría un periodo de gracia en el que Argentina no pagaría nada a sus acreedores por tres años.
Guzmán advirtió que «hay gente jugando muy fuerte, los acreedores quieren que la Argentina pague más y hay muchos intereses en juego».
«Tenemos que estar todos unidos atrás de esta oferta. Es fundacional para sentar las condiciones de un desarrollo sano. Seguiremos trabajando día a día», afirmó el funcionario.
Dijo que la oferta propone un interés promedio de 2,33%, una quita de 3.600 millones de dólares en el stock de capital, equivalente al 5,4% y de 37.900 millones en intereses, que corresponde al 62%.
«El criterio ha sido el de mantener conversaciones sobre la base de la buena fe, sobre qué es efectivamente lo que Argentina pueda pagar, sostener en el tiempo, al mismo tiempo que el país crece. Lo que llamamos el criterio de sostenibilidad», comentó el funcionario.
En esa línea, siguió: «Hemos mantenido conversaciones con los acreedores y también hubo un involucramiento con el FMI, que también ha evaluado la capacidad de pago de la Argentina. Y hemos observado fuertes similitudes entre la evaluación nuestra y la del FMI».
«Hay consenso en el hecho de que hoy Argentina no puede pagar nada, no solo hoy sino que durante ciertos años no puede pagar nada. Hay consenso en que tiene que haber una reducción fuerte de la carga de deuda. Esto se puede dar de una combinación de reducción de capital, reducción de intereses, periodo de gracia y extensión de los vencimientos», manifestó.
En cuanto a la situación de la pandemia, Guzmán expresó que «vino el coronavirus y afectó las cuestiones logísticas. Hay viajes que no se pudieron concretar y tuvimos que adaptarnos. Una pequeña demora dadas las circunstancias».
«La realidad es que aún no se ha llegado a un entendimiento entre Argentina y los bonistas sobre qué es sostenible. Lo que dicen los acreedores externos es que tiene que haber más ajuste fiscal, rápido y en más cantidad, la realidad es que eso destruiría las oportunidades de millones de argentinos, sería un problema para todos. Es algo que no vamos a permitir, hay un límite hacia donde se puede ir, ese límite es la oferta que Argentina presenta mañana», aclaró.
Sobre la propuesta, informó: «Proponemos cambiar la estructura de deuda que Argentina tiene actualmente por otro que implique un periodo de gracia por tres años, o sea que Argentina no pagaría nada en los años 2020, 2021 y 2022. Empezaría a pagar recién en 2023, una tasa de interés de 0,5% y esas tasas irían creciendo pero a niveles sostenibles. El interés promedio que se pagaría es 2,33%. La propuesta conlleva una mayor reducción de intereses que de capital».
«Se da una reducción de capital de 3.600 millones de dólares, una quita del 5,4% sobre el stock de deuda externa. Y una reducción de pagos de intereses de 37.900 millones de dólares que equivale a una quita del 62%», siguió.
«Esta oferta tiene una fecha de cierre. Va a haber aproximadamente 20 días desde el lanzamiento formal de la oferta. Es un periodo suficiente para que nuestros acreedores puedan tomar decisiones. Va a haber gente jugando muy fuerte, hay muchos intereses en juego. Va a ser muy importante que como sociedad tomemos el compromiso de estar unidos sobre esta oferta. Es fundacional para la recuperación de la Argentina», concluyó.
Luego fue el turno del presidente Alberto Fernández, quien estuvo acompañado por la vicepresidenta Cristina Kirchner, muchos de los gobernadores, tanto propios como opositores, y el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa.
«Nos propusimos hacer lo mismo que hicimos con Néstor en 2003 cuando también heredamos una situación de default explícito, ahora es default virtual. Todos tenemos un compromiso en común, que es salir de esta situación», inició.
En esa línea, expresó: «El pago de la deuda no traiga más postergación para la Argentina y que asumir obligación con el sistema financiero no suponga más postergaciones para argentinos que la están pasando mal, que son nuestra prioridad».
«Nos propusimos ser serios, no aprovechar el coronavirus para dilatar este problema», aclaró. «Le pedimos al Fondo que viera lo que pasara en Argentina y auditara la situación. Por eso dijeron que la deuda era insostenible», comentó.
«Estamos dando un paso muy importante para la Argentina. Tal vez esta sea la oportunidad para construir otro país. Más justo, más federal, más solidario, más igual. No estamos firmando cheques en blanco, ni papeles que no vamos a poder cumplir», concluyó.