Luego de que el INDEC diera a conocer la cifra de inflación de septiembre, que fue del 5,9%, se confirmó que la suba de precios interanual fue del 53,6% y que durante el gobierno de Mauricio Macri, alcanzó un alza de 267,5%.
La gestión en materia económica de Cambiemos demostró un fracaso en uno de sus ejes principales de campaña: la inflación.
Un estudio de Proyecto Económico reveló que en los últimos 46 meses, el aumento generalizado de precios aumentó casi en un 300%.
Según el informe, el incremento no fue inocuo en términos redistributivos. «El índice de precios general fue empujado hacia arriba por los precios regulados como vivienda y transporte y en segunda instancia, los alimentos.
En el otro extremo, perdieron respecto de los demás rubros, los capítulos de bienes más prescindibles como ropa y calzado, reduciendo rentabilidad para no perder demasiado mercado», afirman.
De esta forma, explican que los hogares de menos ingresos, cuyos gastos están más orientados a servicios, transporte y alimentos, tuvieron incrementos mayores a los de la inflación, es decir, que generó un efecto regresivo en términos distributivos.
Además, el relevamiento analiza los distintos regímenes con los que se intentó el combate de la inflación, como el esquema de metas de inflación del BCRA mediante fijación de tasa de interés y luego en una etapa más restrictiva de dinero cirulante.
«En ambos casos, el sesgo monetarista dirigió las políticas contra la inflación. La no consideración de las devaluaciones y las fuertes subas en precios regulados tornaron ineficaces sus políticas», confirman.