Los principales dirigentes de la CGT se retiraron de la plaza Congreso con sonrisas y más de uno calificó la jornada como “un golazo”, con euforia, porque todos los objetivos que se plantearon al montar un acto en medio del paro nacional se cumplieron.
Con la bandera de rechazo al DNU y la ley Ómnibus, la central obrera logró aglutinar a todo el sindicalismo y a cuadros opositores, sin incidentes mayores y fortalecida, analizando próximos pasos entre nuevas advertencias al gobierno de Javier Milei.
Luego de varias conversaciones, todas las tribus que habitan la calle Azopardo (entre gordos, independientes y el moyanismo) llegaron a acuerdos con las dos CTA (la de Hugo “Cachorro” Godoy y Hugo Yasky) y la Unión de los Trabajadores de la Economía Popular (la UTEP) para edificar una foto de unidad en el palco principal, ubicado en las inmediaciones Parlamento, y enviarle un mensaje contundente a la Casa Rosada: no hay fisuras en el movimiento sindical y con las organizaciones sociales para decirle no a los principales proyectos del oficialismo.
De hecho, al término del evento, desde el lado de uno de los popes cegetistas destacaron que cada organización se encargó de “transpirar la camiseta y ponerse el acto hombro” y movilizó “muchísima gente”. En cuanto a los asistentes, los cálculos que realizaron los dirigentes ante PERFIL mencionan un piso de 300 mil personas “de mínima”, con muchos “autoconvocados”.
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Era una prioridad para todos los organizadores que no se produzcan incidentes que ocupen espacio en los medios. No querían darle una imagen de conflictividad a la administración Milei y así fue. Aunque hubo un hecho que llamó la atención pero que no pasó a mayores.
Antes de los discursos, un trabajador municipal de Lomas de Zamora chocó con un policía y la respuesta fue un cruce violento, que terminó con botellas volando por el aire y efectivos repartiendo palos. Pero la situación se controló a los pocos minutos y la desconcentración fue totalmente en paz.
Por otro lado, tras congregar una multitud, los dirigentes de la calle Azopardo se tomarán unos días para evaluar la hoja de ruta a diagramar. Saben que lo hecho este miércoles fue una gran manera de “marcarla la cancha” al Gobierno, un primer paso y “contundente”. Empero, saben que no pueden quedarse de brazos cruzados.
“La organización fue desgastante en todo sentido así que nos vamos a tomar unos días. Sabemos también que no podemos bajar la guardia y una chance es ver qué sucede en el Congreso y realizar otro paro el mes que viene”, indicaron del lado de unas las principales caras de la CGT.
Los discursos contra el Gobierno
«Ningún diputado se puede hacer el distraído con lo que estamos discutiendo. Desregulan la economía con el DNU, pero esencialmente van con cuatro conceptos a destruir los derechos individuales de los trabajadores, los derechos colectivos, los sindicatos y nos quieren quitar la posibilidad de acción gremial en el momento en el que tenemos una gran desigualdad en nuestra sociedad, señaló Héctor Daer, triunviro cegetista.
Pablo Moyano reforzó críticas contra los legisladores: «Están ante una decisión histórica de que digan si están con los trabajadores o con las corporaciones monopólicas que están con este modelo económico que lleva el presidente Milei» dijo y reforzó: «No puede ser que estos diputados armen bloques, su bloque, siendo peronista. Un peronista no puede votar este DNU y esta ley ómnibus que va en contra de los trabajadores, en contra de los jubilados, en contra de la soberanía nacional».
También habló Armando Cavalieri, secretario general de Comercio, quien criticó el «uso de los jubilados como herramienta de campaña», señalando «promesas incumplidas y falta de mejoras sustanciales una vez que los políticos llegan al poder».
Cavalieri resaltó la “desprotección de los trabajadores retirados” y enfatizó la necesidad de “abogar por políticas efectivas” que beneficien a este sector de la población. «Debemos ser voces activas en la defensa de los derechos de los jubilados y trabajar para garantizar que no sean utilizados como simples peones en la arena política», insistió Cavalieri.
Los sindicatos presentes
Además de los colectivos gremiales mencionados, se vieron columnas que se identificaron con la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT); la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA); el Sindicato de Conductores y Motoristas Navales de la República Argentina (SICONARA); el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo; Sindicato de Dragado y Balizamiento; Sindicato de Maquinistas y Grúas Móviles de la República Argentina (Guincheros); Aeronavegantes; Unión Ferroviaria; Sindicato de Trabajadores Viales y Afines de la República Argentina(STVyARA); Federación Gremial de la Carne; el Sindicato Obrero del Caucho (SOCAYA); la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA); la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE); y la Federación de Peones de Taxis (FE.PE.TAX.)También se hizo presente la Federación Internacional de Transporte (ITF), entre las distintas organizaciones presentes.