E l ex ministro de Energía, Juan José Aranguren, declaró esta mañana ante el juez federal Luis Rodríguez por negociaciones incompatibles con la función pública.
El magistrado investiga si Aranguren favoreció a Shell, empresa de la que era accionista, abusando de sus atribuciones como funcionario. En declaraciones a los periodistas acreditados en Comodoro Py, Aranguren dijo tener «la conciencia tranquila».
«Los aumentos de tarifas redujeron los subsidios que debía poner el Estado», manifestó el exministro. El juez Rodríguez también citó a Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción, quien había intervenido en la observación de las acciones del exministro.
La causa se inició en el año 2016 y busca determinar si Aranguren incurrió en el delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, en relación con las decisiones tomadas durante su gestión que habrían apuntado a beneficiar a la petrolera Shell en operaciones de compra de gas a Chile, lo que supondría para él un beneficio económico al continuar siendo accionista del Grupo Royal Dutch Shell PLC.
Un hecho con el que habría incurrido en “incompatibilidad para el ejercicio de la función pública y un conflicto de intereses”. Aranguren: su paso por una offshore de Shell a la que el Estado le compró gasoil por US$ 150 M Tanto Aranguren como Alonso pidieron cambiar el día de la declaración.
El exministro lo adelantó: iba a indagatoria este miércoles 20, pero cuestiones de «agenda» se lo impedían. Alonso solicitó postergarlo para más adelante.
Las acciones de Aranguren en Shell, empresa de la que fue incluso directivo antes de ingresar a la función pública, fue motivo de varias discusiones y de denuncias penales. Aranguren y Laura Alonso, a indagatoria por negocios irregulares y encubrimiento Alonso había dictaminado que era aconsejable que Aranguren vendiera sus acciones, pero había dicho, también, que no era un delito que las conservara.
En declaraciones a los periodistas acreditados en Comodoro Py, Aranguren advirtió que él no favoreció a Shell y que las medidas que tomó fueron parte de un programa diseñado desde el Estado. «Nunca me interesé por un proveedor», dijo el exfuncionario.