El gobierno volvió a recibir un duro mazazo en los mercados financieros como resultado de su propia política. La especulación, factor dominante en la plaza cambiaria y bursátil con el esquema de operaciones impuesto a partir de diciembre de 2015, puso el fiel del una vez más lado de la fuga.
La bolsa se derrumbó, arrastrando en la caída a los papeles de las principales empresas cotizantes igual que a los títulos de la deuda soberana. El riesgo país, medido por el J.P. Morgan, dio un pasito más allá de la barrera de los 2000 puntos y se ubicó en un número que le hiela la sangre a más de un funcionario gubernamental: 2001.
La demanda de dólares llevó la cotización ya desde antes del mediodía desde los 57,25 pesos de ayer a valores por encima de los 58,50, lo que llevó al Banco Central a tratar de contrarrestar la suba con liquidación de reservas (302 millones) por encima de todo valor precedente para una sola jornada desde que Guido Sandleris encabeza la autoridad monetaria.
Pese al sacrificio de reservas, el dólar al público cerró ofrecido a 58,66 pesos en promedio en bancos y casas de cambio. La delegación del FMI eligió trabajar a puertas cerradas después de haber recibido el lunes una firme toma de posición por parte del Fente de Todos, en una reunión encabezada por el candidato presidencial Alberto Fernández.
El silencio del gobierno recién se rompió al caer la tarde cuando el ministro de Producción, Dante Sica, y el compañero de fórmula de Macri, Miguel Pichetto, levantaron el dedo índice para acusar a Alberto F. por el descalabro financiero y económico: sus cuestionamientos al programa económico del Fondo habían provocado la reacción negativa de los mercados, fue la curiosa, aunque no novedosa, interpretación oficial de los acontecimientos del día.
Por la noche, Fernández les respondió por twitter: «Presidente, no busque culpables fuera de su propio gobierno», y tras describir gráficamente el ciclo de endeudamiento como espejo de la fuga, señaló: «De esto es de lo que no se quieren hacer cargo. Vamos a parar esto».
La bolsa porteña atravesó este martes otra jornada de derrumbe. La decisión de los grandes fondos de inversión fue vender las acciones y bonos al precio que sea. La petrolera YPF es el ejemplo más claro de la desconfianza del mercado sobre la marcha de la economía.
La acción se derrumbó a los niveles más bajos desde el estallido de la convertibilidad en 2002. El índice de Riesgo País superó los 2000 puntos por primera vez desde el año 2001, en medio de fuertes tensiones en los mercados y la caída en las cotizaciones de los títulos públicos.
El incremento, que a las 17:20 llegó a 2001 puntos básicos, se dio en una jornada en la que la Bolsa de Comercio porteña experimentó pérdidas de hasta casi 12 por ciento.
El índice S&P Merval se desplomó 4,7% y se ubicó en las 24.622,47 unidades, en lo que fue la cuarta rueda consecutiva con tendencia negativa. El salto del Riesgo País provocó un desarme de posiciones dado el nerviosismo en la plaza financiera que crece día a día en el período electoral.
En medio de las tensiones financieras, sin que ningún miembro del equipo económico diera la cara para intentar una explicación, el presidente Mauricio Macri convocó a una reunión de emergencia en la Casa Rosada para analizar la situación.
El encuentro se extendió por dos horas y media, con la participación de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza; y el titular del Banco Central, Guido Sandleris.
Tras la reunión ningún dirigente realizó declaraciones, pero trascendió que se habría evaluado la posibilidad de avanzar con un paquete de medidas para la provincia de Buenos Aires, en lo referido a refuerzos de partidas presupuestarias para contención social luego de la devaluación del peso.
En el entorno de la gobernadora días atrás había trascendido que iba a lanzar medidas económicas pero luego quedaron en suspenso, por lo que tras esta reunión podrían finalmente impulsarse tras analizar el financiamiento de las mismas.
En lo que va del mes en el que se realizaron las elecciones primarias, el Merval acumuló una baja de 41,3%. El balance del día arrojó un total de 64 acciones en baja, 44 en alza y seis sin cambios.
El peor resultado en la agitada jornada bursátil fue para Transportadora de Gas del Norte, con una caída de 11,95%. También tuvieron fuertes pérdidas Mirgor con 11,7% y Transener con 10,2%. En Wall Street, las acciones argentinas también operaron a la baja, mientras los papeles financieros y energéticos lideraron las mermas.
Ello también se reflejó en la cotización del dólar, que este martes subió de manera marcada pese a ventas de reservas y llegó a ser vendido a $61 en bancos privados. El Banco Central realizó siete subastas de dólares para contener la corrida cambiaria, pero aun así la cotización volvió a subir.
Por primera vez desde que el Gobierno acordó con el FMI que la intervención máxima por día podía ser de 250 millones de dólares, la autoridad monetaria pasó ese límite y vendió 302 millones de las reservas en un clima de tensión en la city porteña. El billete verde trepó 1,05 pesos en el mercado mayorista, hasta los 56,30 pesos.
En las ventas al público, el dólar se ofreció a 58,70 pesos en bancos y casas de cambio. Todas las miradas están puestas en el mercado en medio de la visita del FMI a la Argentina, en la que todavía no confirmó el próximo desembolso del préstamo stand by, de 5400 millones de dólares.