PRONÓSTICO EXTENDIDO

Marcha de las Velas – No más aumentos | Multitudinario rechazó al pago en cuotas de la nuevas boletas de luz, agua y gas

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Dirigentes opositores advirtieron que la propuesta de Cambiemos de mantener los aumentos de los servicios y solo financiarlos con recargo es «una nueva burla» a la gente.

Adelantaron también que insistirán en el Congreso con los proyectos para frenar los tarifazos.




En la cabecera de la columna, que circuló varias cuadras por Avenida de Mayo y llegó a extenderse desde Cerrito hasta Paraná, marchaban los organizadores: el núcleo central lo conformaban las dos CTA, la Corriente Federal de los Trabajadores y el sindicato de Camioneros, el mismo polo que confluyó sobre la 9 de Julio en el acto del 21F que, hace dos meses, encabezó Hugo Moyano.

Aunque el secretario general de Camioneros no estuvo en la marcha, sí lo hizo su hijo Pablo. Estuvo flanqueado –otra vez- por los secretarios generales Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) y Pablo Micheli (CTA Autónoma). En esa misma cabecera caminaron los gremialistas Omar Plaini (canillitas), Daniel “Tano” Catalano (ATE Capital), Roberto Baradel (Suteba), Walter Correa (sindicato de curtidores de cuero) y Vanesa Siley (Sitraju). Por allí también se pudo ver a la actriz Lola Berthet (secretaria de organización de la Asociación de Actores), al matancero Luis D’Elía (FTV-Miles), a Marcelo Frondizi (agrupación Envar El Kadri) y al ex legislador porteño Gustavo Vera, cercano a los Moyano y referente de La Alameda.







La caravana ocupó los alrededores del Palacio Legislativo y luego recorrió a paso lento las 12 cuadras que separan la Plaza de los Dos Congresos del Obelisco.

Mostraba una diversidad de siglas, de colores, de extracción social, de modos de ocupar el espacio público.

Había grupos de vecinos que cargaban en sus manos con vasos de plástico con las velas encendidas. Algunos hacían flamear banderitas argentinas.

Como parte de ese componente ‘ciudadano’ estaba la jubilada Dora Mazzitelli, ex vendedora y psicóloga social. Dora llegó hasta el Parlamento desde la calle Humberto Primo y Solís. La acompañaba su hermana, que también cobra la jubilación.

“¿Cómo no participar de esta movilización? Tengo dos préstamos de tarjeta Argenta, un crédito en el banco, 39 años de aportes y no recibo ningún subsidio. Mi jubilación es de 11 mil pesos. Todavía me alcanza porque no tengo que pagar alquiler, pero si tuviera que pagar alquiler no podría pagar los servicios”, contó Dora ante la consulta de colegas .

 Contundente, describió de modo lapidario la acción de las empresas prestatarias de luz y gas: “el servicio es una mierda.”

Entre los manifestantes también caminaban representantes del sector empresario. Vocero de ese sector, Ariel Aguilar es una de las autoridades de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CEGERA).

Ese rol lo llevó a varios programas periodísticos en la TV. Aguilar también es titular de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines.




“A algunos sectores productivos los aumentos de tarifas los dejan fuera de competencia: los electro-intensivos, los electromecánicos, parte del sector metalúrgico y del plástico. A otros sectores, como calzado, textil y marroquinería, los afecta más el deterioro del bolsillo de la sociedad: porque más aumentan los servicios, menos poder de compra hay. Y más se achica el mercado. Esto explica las 50 fábricas que cerraron en nuestro sector y los 9000 despidos de toda nuestra cadena de valor”, describió.

La participación sindical fue otro de los rasgos de la protesta. Quizá haya sido el elemento más visible, pero también más audible.

Responsables de la seguridad de la marcha, los choferes de camiones estrenaron un cantito: “Hay que estar todos juntos/ vamos Camioneros/ somos el gremio más grande/ no hay comparación/ gracias a Hugo Moyano/ hoy todos sabemos/ que la única lucha que se pierde es la que se abandonó/ no hay olvido ni hay perdón/ al que traiciona al trabajador/ la lucha fuerte hace a la unión.”

Entre las banderas y pancartas sindicales se hicieron notar la UTE (docentes porteños), UDOCBA (docentes bonaerenses), ATE Capital, Asociación Personal Jerárquico del Gas (APJ-Gas), Sindicato de Trabajadores de Peajes (SUTPA), entre otros gremios. Convivían con los estandartes de agrupaciones políticas y sociales como el MTL, Partido Comunista, Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), la Túpac Amaru, el Frente Trabajo y Dignidad Milagro Sala, Barrios de Pie, La Cámpora, Militancia Popular, Patria Grande, Partido Obrero, PTS, Partido Piquetero, Sindicato de Trabajadores de Peajes (SUTPA), FTV, Peronismo Militante y hasta la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA).

Identificada con un gorrito de su gremio, que agrupa a los técnicos, supervisores y profesionales de la industria del gas, Ximena Rattoni hizo un diagnóstico leno de datos sobre la situación del sector.

“Desde hace mucho tiempo nosotros venimos pidiendo que se considere al gas como un servicio público. Y ahora, para colmo, se suma el tarifazo, que hace al servicio impagable para cada vez más cantidad de usuarios. El servicio no mejora, las multinacionales hacen enormes negocios y cada vez producen menos energía”, denunció. Ximena es la secretaria adjunta del sindicato APJ-Gas.

Desde el sector de los comerciantes, Adrián Palacios, responsable de la autodenominada Unión de Kioskeros de la República Argentina, trazó un panorama de su actividad. “Los kioscos están cerrando porque no se pueden pagar facturas de 27 mil pesos hasta 60 mil pesos. Los kiosqueros ya no aguantan el tarifazo que impulsa el gobierno de Macri. Por eso estamos acompañando esta marcha junto a la CTA, a Pablo Moyano y a las organizaciones sociales. Que frenen con los tarifazos y que no cierren más kioscos en el país”, planteó Adrián en un breve intercambio con Tiempo.

La caravana, que fusionaba velitas y banderas argentinas con bocinas de camión, cantitos futboleros y bombos, se detuvo al llegar a Cerrito. La Policía de la Ciudad no había cortado el tránsito. Los autos, con sus ocupantes entre impacientes y resignados, se acumulaban en dirección norte. Las caras más conocidas eligieron ese momento para hablar ante las cámaras.

“Hoy, con los clubes de fútbol, sociedades de fomento, gremios, más gente que se está movilizando sola, le estamos diciendo ‘no a los tarifazos’ junto a una multitud de trabajadores. Y esto no sucede sólo en Buenos Aires, sino en todo el país”, señaló Pablo Moyano. Luego cuestionó la alternativa que está evaluando el macrismo, de promover el pago de servicios en 3 cuotas, pero con intereses. “Es una vergüenza. Tienen que congelar por seis meses las tarifas”, replicó.

Referente de los estatales de CABA encuadrados en ATE, Catalano llamó a actuar con «más firmeza» para resistir la pérdida de poder adquisitivo que acarrea el tarifazo. Los afiliados de ATE se enfrentan ante una nueva ofensiva por despidos.

A los recientes despidos en la Agencia de Discapacidad -que suman 60- podrían sumarse muchos más del Ministerio de Agroindustria.

Diputado del FpV por la provincia de Buenos Aires, el radical Leopoldo Moreau  también marchó contra la suba de tarifas. Consultado, vaticinó un crecimiento del movimiento anti-tarifazo.

“A diferencia de lo que ocurrió con la ley de saqueo a los jubilados, esto es más transversal. Abarca a trabajadores, comerciantes, profesionales, industriales. La movilización va a crecer. Y en el Congreso, aunque no significa que los podamos derrotar numéricamente, la cuestión está siendo cada vez más peleada: en la Reforma Previsional logramos reunir 117 votos en contra y ayer (por el miércoles) logramos reunir 128 diputados. Esto va creciendo. Al gobierno esto le va a provocar, como con la Reforma Previsional, una derrota política muy profunda”, pronosticó Moreau.

Adrian Beron de Astrada