A más de un mes y medio de la desaparición de Cecilia Strzyzowski, su madre, Gloria Romero, encabeza este lunes 17 de julio una marcha ante la Casa del Chaco en la ciudad de Buenos Aires para pedir justicia por el presunto femicidio de la joven chaqueña.
«Sería bueno que Alberto Fernández me escuche. El Chaco es un feudo. Para mí no es un femicidio, es una víctima del poder», dijo Gloria a la prensa antes de la marcha, que convocó para las 18 hs en Avenida Callao 322, sede de la Casa de la provincia de Chaco.

«En este país la plata manda», lamentó. «Hoy es mi hija, pero mañana puede ser la tuya. Y cuando sea la tuya, vas a querer que esta gente te acompañe».
Al iniciar la manifestación, Gloria afirmó que «no hay desaparecidos, hay asesinos», en referencia al caso de su hija, en cuyo crimen está involucrada su familia política y señaló que aquellos dirigentes políticos vinculados «se sienten impunes». Instó a enfrentarlos porque de lo contrario «van a seguir mandando».
«Cecilia era una hija, una hermana, una amiga; no tenemos que permitir más esto, no tenemos que permitir más clanes, mas trata, ni más desaparecidos. No existen desaparecidos, existen asesinos, y si nosotros se lo permitimos van a seguir matando porque se sienten impunes, porque tienen protección política», señaló.
«Mi compromiso y mi promesa es acompañar a la madre que esté llorando a su muerta», añadió Gloria, luego de que por pantalla gigante sobre el escenario se exhibieron imágenes de su hija y también de otras víctimas. «¡Justicia!, ¡justicia!» y «¡¿Dónde está Cecilia?!», fueron algunas de las exclamaciones de los manifestantes presentes.

Antes de comenzar el acto, Gloria pidió que se bajen las banderas de los partidos políticos, cuyos representantes se habían acercado hasta el lugar.
El resto del público, por su parte, comenzó a cantar «Que se vayan….», mientras que aquellas personas que portaban las banderas políticas simplemente se corrieron hacia un costado del escenario, pero no se fueron, tal como se los habían pedido.
Gloria pidió que la política no se mezcle con el caso del crimen de su hija porque ella “jamás” hizo política porque no cree en ella.
Mientras la investigación comienza a tener confirmaciones clave como la aparición de la sangre de Cecilia en un colchón que el clan Sena regaló misteriosamente en los días donde ocurrió el crimen y se espera el resultado de otras pericias clave, la mujer busca que no se pierda la atención que concentró el caso hasta el momento.