PRONÓSTICO EXTENDIDO

Massa arranca una semana con viaje al FMI y el foco puesto en los anuncios para mejorar ingresos y salarios

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El candidato presidencial de Unión por la Patria en estas elecciones 2023, Sergio Massa, avanzará esta semana en el próximo paso de su plan económico luego de la devaluación implementada una semana atrás: el de paliar sus consecuencias en los ingresos con una serie de medidas para los diferentes sectores productivos, entre ellas una suma fija.

Se trata la tercera de las tres instancias que el ministro de Economía se planteó luego de la derrota en las elecciones PASO de la semana pasada y que, entiende, debe cumplir antes de poder lanzarse nuevamente de lleno a su rol de candidato.

La primera fue el ajuste de las «variables macroeconómicas», como el ministro candidato denominó a la devaluación de un 22% que aplicó apenas abrieron los mercados el lunes 14 de agosto.

El propio Massa repitió en los últimos días que se trató de una suerte de mal menor, ya que el FMI pedía inicialmente un 100% de depreciación del peso y luego un 60%.

Sin embargo, el Gobierno no desconoce el fuerte impacto que la medida tendrá en la inflación. Para intentar paliar parte de sus consecuencias, durante la semana pasada el equipo económico avanzó con la segunda instancia de su plan: la de «estabilización de los precios», según la llamó Massa, para lo cual creó una nueva unidad presidida por el titular de la Aduana y su mano derecha en Hacienda, Guillermo Michel.

En ese sentido, se cerraron nuevos acuerdos de precios en diferentes sectores clave de la economía. A la renovación de Precios Justos para consumo masivo en supermercados y mayoristas y al congelamiento de precios de los medicamentos, en ambos casos con un 5% de suba mensual hasta octubre, se le agregaron los combustibles, con un 12,5% de aumento total en el trimestre.

Todavía resta terminar de cerrar los acuerdos de precios con otros dos sectores. Primero, el de los insumos difundidos, que implica a rubros con un efecto multiplicador clave en la economía y cuyo acuerdo original había vencido en marzo de este año.

Segundo, el de la carne, que ya está «cerrado en un 90%», afirman cerca de Massa, luego de que el martes los funcionarios del área se reuniesen con los frigoríficos exportadores. El objetivo es intentar que la suba de las ventas al exterior que provocará el nuevo tipo de cambio más competitivo no afecte los precios del mercado interno. Por ahora, la amenaza de cerrar las exportaciones por 15 días quedó en veremos, mientras en el Gobierno aseguran que los precios ya se estabilizaron.

Las medidas sobre los ingresos

Esta semana, entonces, Massa avanzará con la tercera instancia: la de las «medidas paliativas» de las consecuencias de la devaluación sobre los ingresos. Se trata de la instancia clave que el ministro debe asegurar para demostrar que entiende la demanda social de una mejora en en los salarios reales, una de sus promesas de cara a la campaña. Para afinar este eje, el ministro de Economía recibió a su par de Trabajo, Kelly Olmos, el último sábado en el Palacio de Hacienda.

La principal de estas medidas será la tan anunciada suma fija, uno de los reclamos que la pata kirchnerista del Gobierno y de los sindicatos venía reclamando desde la aceleración de la inflación en 2022. 

«Va a haber una suma fija para los trabajadores», anunció Massa la semana pasada al ser entrevistado en TN.

La incertidumbre pasa por cómo se implementará, ya que en el Gobierno reconocen que su ejecución no es técnicamente sencilla y que por ello hay «toda una ingeniería» puesta alrededor de concretarla. En paralelo, recuerdan que también está habilitada la reapertura de las paritarias, y que varias de ellas se empezarán a negociar de forma privada en las próximas semanas.

Hasta ahora, la única cuasi certeza sobre la suma fija es que abarcará a los trabajadores formales tanto públicos como privados. Sin embargo, la duda está en los segmentos que alcanzará.

Si a todo el universo en relación de dependencia o solo a las categorías más bajas, por ejemplo, a las que no llegan a cubrir la canasta básica. Esta última posibilidad, aunque requeriría un menor presupuesto, tendría la contra de que es cuestionada por los sindicatos porque lleva a una distorsión de las escalas. Es decir, hace que escalafones más bajos terminen por encima de otros superiores.

Tampoco se sabe si se pagará en una sola cuota o dos, ni si alcanzará al nivel de empleados públicos municipales, caso para el cual el Gobierno nacional debería encargarse de girar los fondos en vista de la falta de resto en las arcas de los intendentes.

Los trabajadores formales también se verán beneficiados con un aumento en las asignaciones familiares o con algún tipo de reducción impositiva, mientras que Massa anticipó además que lanzará una nueva línea de créditos de tasa baja.

Las medidas sobre los ingresos alcanzarán a más sectores. Para los informales, el ministro candidato señaló que habrá un extra para AUH. Por estas semanas también debería actualizarse la Tarjeta Alimentar, pero hasta el momento se desconoce si esto último se dará aparte o no.

Además, a inicios de agosto, Massa había señalado que tras la veda de anuncios de las PASO implementaría el monotributo productivo, para facilitar la inserción laboral del sector mediante el aporte de algunas cargas por parte del Estado.

En paralelo, también durante la veda de anuncios Massa anticipó que daría un bono extra a los jubilados, por fuera de los que se otorgan cada mes con los haberes de forma regular.

Lo más probable es que los anuncios empiecen a hacerse entre jueves y viernes, ya que entre martes y miércoles Massa estará en Washington para asistir a la aprobación final del acuerdo con el FMI y reunirse con Kristalina Georgieva, además de mantener encuentros con funcionarios del BID y el Banco Mundial para avanzar en el otorgamiento de nuevos préstamos.