El mandatario asistirá a la premiación de la líder opositora venezolana de derecha junto a otros pocos mandatarios de la región. Su retorno está previsto para el 12 de diciembre, dos días después del inicio de las sesiones extraordinarias.
El presidente argentino, Javier Milei, viajará este lunes por la noche a Oslo, Noruega, para asistir a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz, que este año distinguió a la polémica dirigente opositora venezolana María Corina Machado. La líder de Vente Venezuela fue galardonada por su “incansable labor” en favor de una “transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, según destacó el comité Nobel al anunciar la premiación.
Como suele ocurrir con los desplazamientos internacionales del mandatario, el viaje —financiado por las arcas del Estado— vuelve a despertar cuestionamientos debido a la ausencia de resultados concretos en materia de inversiones o acuerdos económicos para el país. Milei confirmó su presencia este fin de semana tras recibir una invitación personal de Machado, con quien mantiene afinidad ideológica.
Un viaje relámpago en un momento político clave
El itinerario de Milei será breve: tiene previsto regresar el viernes 12, apenas dos días después del inicio de las sesiones legislativas extraordinarias convocadas en el Congreso para el miércoles 10 de diciembre. Durante ese período, el Gobierno buscará avanzar con el tratamiento de iniciativas centrales para su programa político, entre ellas el Presupuesto 2026 y un amplio paquete de reformas laborales, tributarias y previsionales que, según denuncian sectores opositores y sindicales, representan un nuevo recorte de derechos para la población.
La ceremonia del Nobel se realizará el miércoles 10 en el Ayuntamiento de Oslo y contará, además de Milei, con la presencia de líderes regionales de derecha y centroderecha, como Santiago Peña (Paraguay) y Daniel Noboa (Ecuador).
Villarruel viaja a España y el poder queda en manos de Bartolomé Abdala
A la par de la agenda presidencial, se confirmó también que la vicepresidenta Victoria Villarruel viajará a España en las próximas horas, donde desarrollará actividades oficiales y reuniones políticas durante dos semanas. Su ausencia simultánea con la del presidente activa el mecanismo constitucional de reemplazo temporal: será el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, quien asumirá la conducción del Poder Ejecutivo durante esos días.
Abdala, dirigente de La Libertad Avanza y una de las figuras de mayor confianza del oficialismo en la Cámara Alta, quedará a cargo de la firma de decretos, autorizaciones administrativas y actos formales del Gobierno nacional hasta el regreso de Milei y Villarruel al país.
Un escenario político en tensión
El viaje del Presidente ocurre en un contexto económico y social delicado, con una inflación persistente, caída del consumo y tensiones con los gobernadores por los recortes presupuestarios. La decisión de Milei de ausentarse en pleno inicio de las extraordinarias suma un nuevo elemento de cuestionamiento por parte de sectores de la oposición, que acusan al mandatario de priorizar su agenda internacional por encima de las urgencias internas.
Mientras tanto, el protagonismo diplomático en Oslo y la presencia en la ceremonia del Nobel refuerzan la alianza del jefe de Estado con referentes de la derecha regional, al tiempo que dejan en manos de Abdala la administración cotidiana del país en un momento legislativo decisivo.
