Se conocieron los puntos más polémicos del borrador que el Gobierno le entregó a los sindicatos. Además, buscarán la regularización del empleo no registrado y limitar las demandas salariales.
El Gobierno le entregó a la CGT el borrador de la reforma laboral que pretende implementar el Poder Ejecutivo y ya cuenta con varias polémicas. Entre otras cosas, apunta a terminar con el pago de horas extras y reducir las indemnizaciones.
Por otro lado, buscan impulsar un blanqueo del trabajo no registrado con una oferta «por 360 días» para los empresarios. Los primeros seis meses serán gratis, mientras que a partir del segundo semestre pagarán apenas el 30% de los aportes y contribuciones.
Una de las principales se da con la intención de modificar el artículo 245 de la ley de Contrato de Trabajo (20.744) incluyendo una aclaración de que para calcular la indemnización «quedarán excluidos de la base salarial, el sueldo anual complementario, las horas extraordinarias, las comisiones, premios, y/o bonificaciones, las compensaciones de gastos y todo otro rubro que carezca de periodicidad mensual, normal y habitual«.
De esta manera, queda clara la intención del macrismo de achicar la base salarial para de esta manera beneficiar a los empleadores en detrimento del trabajador que recién ingresa a un puesto laboral.
Además, en el artículo 50, se acota de dos años a uno el plazo para que un trabajador pueda iniciar un juicio laboral después de desvincularse de la compañía.
Esto apunta a reducir la «litigiosidad», tal como lanzó Mauricio Macri en la exposicion del lunes en el Centro Cultural Kirchner.
También hay una fuerte polémica por las horas extras. La intención del Gobierno con la reforma es que se dejan de pagar el doble y el dinero sea sustituido por un «compensatorio», a través del cual el trabajador podrá recuperar ese tiempo no asistiendo al trabajo.