El dólar se disparó un 4% ($1,1) este viernes a $ 29,85 en bancos y agencias de la city porteña, en medio de una mayor demanda para cobertura debido al contexto de incertidumbre e inestabilidad, tanto externa como local.
Fue en sintonía con el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), la divisa se disparó un 4,1% ($ 1,10) a $ 29,25 en una jornada donde la tendencia compradora acompañó el ciclo de fortaleza del dólar a nivel mundial, pero con una intensidad no esperada por el mercado local.
Los mínimos se anotaron en los $ 28,90 cuando algunas órdenes de venta lograron disipar transitoriamente el fuerte sesgo alcista instalado desde el comienzo de la jornada. La demanda por cobertura se mantuvo muy intensa al promediar la rueda y consolidó la suba de los precios con un piso muy definido en los $ 29.
Los máximos se registraron en las primeras operaciones pactadas en los $ 29,30, un valor que se repitió cerca del final cuando los precios abandonaron una relativa estabilidad previa y retomaron sobre el cierre el sendero alcista.
En este contexto, el volumen operado subió un 20,5% a u$s 559 millones.
Como es habitual, el Banco Central de la República Argentina efectuó durante la rueda, por cuenta del Ministerio de Hacienda, una subasta de venta en contado (T=0) de u$s 50 millones.
El precio promedio de corte se ubicó en $ 29,0058, siendo el mínimo precio adjudicado de $ 29.
En la semana que acaba de finalizar el tipo de cambio acumuló un aumento de un $ 1,96 respecto de los valores registrados en el cierre del viernes pasado. «Desde fines de junio pasado que no se anotaba una suba semanal tan importante», destacó el analista Gustavo Quintana.
Señaló que «el efecto contagio del derrumbe de los mercados internacionales volvió a sumarse a las causas estrictamente locales para generar un fuerte traspaso de inversores y ahorristas a posiciones dolarizadas, una natural consecuencia de los momentos de alta incertidumbre y nerviosismo».
Para Quintana, «la estrategia oficial pareció aceptar la corrección del mercado doméstico permitiendo el deslizamiento del tipo de cambio para acompañar la tendencia internacional en la que el dólar norteamericano se fortaleció en todo el mundo».
En el mundo, la lira se desplomó hasta un 18% el viernes debido a que las preocupaciones sobre la influencia del presidente Tayyip Erdogan en la política monetaria y el empeoramiento de las relaciones con Estados Unidos provocaron un pánico en los mercados.
Mientras que el índice dólar sólo subió levemente tras datos que mostraron que los precios al consumidor subyacentes aumentaron un 0,2% en julio, en línea con las expectativas de los analistas y el mismo aumento que en mayo y junio.
Un combo de factores locales y externos forma el cocktail que le mete nueva presión al dólar por estos días. Por un lado porque la divisa se fortalece en el mundo con respecto a otras monedas, mientras hay una tensión comercial entre EEUU y China.
Asimismo, desde el aspecto externo también incidente la suba del riesgo país en los mercados emergentes por mayores tensiones en del mundo, y ante la posibilidad de un aumento de las tasas de interés en EEUU a partir de septiembre.
Pero la debilidad fiscal de Argentina y su endeudamiento, sumado a los escándalos por la investigación sobre presuntas coimas en la obra pública, hacen que el impacto sea mayor en nuestro país.
De hecho, el apetito por la divisa aumenta en la plaza local debido a que los inversores locales están comprando dólares por cobertura en medio del ruido político desatado por la «causa de los cuadernos» que salpica a políticos y empresarios por un supuesto esquema millonario de sobornos.
Además, ya las arcas nacionales sufrían -y lo continuarán haciendo- la menor liquidación de divisas provenientes del agro, producto de la grave sequía que afectó la cosecha. Los ingresos rondan los u$s 50 millones diarios en promedio, la mitad de lo que se venía registrando en los días previos.
Por otro lado, también presiona al mercado cambiario el recorte del monto subastado a diario por el Banco Central provenientes del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). De los u$s 100 millones iniciales, el volumen a licitar bajó a u$s 75 millones de entre el miércoles y viernes pasados, hasta los actuales u$s 50 millones.