Una fuerte tormenta destrozó las instalaciones de un parador en las playas de Pinamar, provincia de Buenos Aires. Las cámaras de seguridad que tiene el lugar captaron los daños que generaron las fuertes ráfagas de viento en la mañana del domingo.
Rodrigo, uno de los dueños de Riviera Beach, aseguró a Infobae que «más de 50 carpas quedaron destrozadas» y que se rompieron «la mitad de las sillas y mesas». Todo sucedió en un minuto. Fueron 60 segundos demoledores.
«El guardavidas nos avisó. Decidimos empezar a apilar todo. Pero -cuando estábamos terminando- comenzaron las ráfagas de viento», señaló Rodrigo.
Los fuertes vientos hicieron que las sillas y mesas de plástico volaran e impactaran en algunos autos que estaban estacionados. Según relató el dueño del parador, las sillas terminaron en el techo de las casas que están cerca de la playa. La tormenta no dejó heridos ni provocó daños en el restaurante.
«Tuvimos caídas de árboles, cables, inundaciones de menos de un metro y, calles anegadas, pero todo está controlado por Bomberos y Policía», explicaron a Infobae en Defensa Civil de Pinamar.
«Hay trombas marinas y van a ir en aumento», explicó Martín Yeza, intendente de Pinamar, en su cuenta de Twitter.
La «tromba marina» es un tornado en el agua, en el mar, donde se genera un remolino que toca la tierra. Hoy hubo fuertes vientos, y se calcula que algunas ráfagas pasaron los 100 kilómetros por hora.
El Servicio Meteorológico alertó por tormentas en la zona.