PRONÓSTICO EXTENDIDO

Tras recibir una factura de luz por $3 millones, una cooperativa tomó el ministerio de Energía

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Además de la millonaria deuda con la empresa Edenor, la cooperativa Cueroflex tiene que pagar un millón y medio de pesos de gas.
En diciembre habían llegado a un acuerdo por subsidios, pero el Gobierno lo incumplió.






Ochenta familias dependen de esta fábrica recuperada, la única que trabaja con cuero reciclado en el país.

A la dramática situación que atraviesan la industria del cuero y del calzado en el país a partir de la apertura de importaciones impulsada por la gestión Cambiemos se suman los efectos del tarifazo.

Tras recibir una factura de Edenor por tres millones de pesos, los trabajadores de la cooperativa Cueroflex, de San Martín, tomaron la sede del ministerio de Energía. En diciembre ya habían alcanzado un acuerdo de subsidios, pero el Gobierno lo incumplió. Las deudas acumuladas de luz y gas ponen en peligro su continuidad.

“En diciembre se había firmado un acta de compromiso con el ministerio de Energía. Nos iban a subsidiar por ser una cooperativa. Pero desde entonces no pasó nada. Tenemos una deuda de tres millones de pesos de luz y un millón y medio de gas. Semejantes facturas no las podemos trasladar al costo, ya lo que está entrando de Alemania e Italia cuesta un 20% menos que lo nuestro».

No podemos competir”, advirtió Jorge Reisch, referente de la cooperativa, en diálogo con Política Argentina desde la cartera que conduce Juan José Aranguren.

Allí se instalaron a las 9 de la mañana unos 60 de los 80 trabajadores de la fábrica recuperada.







Aunque reclamaban una reunión con el Ministro, luego de varias horas de toma los cooperativistas fueron recibidos por el subsecretario de Coordinación Política Tarifaria, Andrés Chambouleyron.

“No llegamos a ningún acuerdo y esperamos otra reunión”, dijo Reisch, y agregó que la decisión es permanecer hasta obtener una solución.

Cueroflex se convirtió en cooperativa hace cinco años, tras el vaciamiento por parte de los antiguos dueños. “Somos 80 trabajadores, 80 familias que dependemos de esto. Estamos todos en la misma y no podemos achicar el plantel. Para pagar esas facturas tendríamos que bajarnos el sueldo. Y nuestras ventas ya cayeron entre 30 y 40 por ciento en el mercado local”, alertó el cooperativista, quien destacó que se trata de la “única empresa de reciclado de cuero en el país”.