A cambio de no echar personal hasta 2019, la empresa una reducción del 50 por ciento en las cargas patronales.
El acuerdo firmado con el sindicato de Comercio y el Ministerio de Trabajo contempla que desde noviembre de ese año hasta marzo de 2021 podrá despedir trabajadores y pagarles por debajo de la indemnización que corresponde.
Carrefour y el sindicato de Comercio cerraron un acuerdo en el marco del proceso preventivo de crisis.
Contempla el retiro voluntario de mil trabajadores con indemnización «de hasta» el 150 por ciento, aunque el proceso preventivo de crisis va a continuar vigente hasta marzo de 2021.
Hasta octubre de 2019 la empresa se compromete a no despedir personal, pero obtuvo a cambio una reducción del 50 por ciento en las cargas patronales.
Desde noviembre de 2019 hasta marzo de 2021, Carrefour podría despedir gente pagándoles por debajo de la indemnización que corresponde, gracias a la vigencia del proceso preventivo de crisis.
Los nuevos incrementos salariales se aplicarán sobre una base de cálculo menor al salario de bolsillo y se avala el cierre de locales. «Rechazamos el acuerdo.
Desde mañana (por hoy) comienzan las medidas de fuerza», advirtieron desde la oposición al líder del gremio de Comercio, Armando Cavalieri.
Luego de 15 días, Carrefour logró cerrar el acuerdo para llevar adelante su plan de ajuste. Fue una jugada exitosa para la multinacional francesa, cuarta empleadora en el país con 19 mil empleados, que despertó en el sector privado un faro de atracción ante la posibilidad del achicamiento al menor costo posible, en un contexto económico delicado.
«El acuerdo preventivo de crisis tendrá vigencia hasta marzo de 2021», comienza el texto. El segundo punto alude a la «adecuación salarial».
Los trabajadores de Carrefour tendrás sus recibos de sueldo divididos en la categoría «básico convenio colectivo» y la diferencia entre éste monto (que está entre el 10 y el 15 por ciento del sueldo según fuentes sindicales) y el salario de bolsillo se denominará «adicional empresa», que consiste en los acuerdos que a lo largo de los años los trabajadores lograron con la empresa y que forma parte integral del salario percibido.
El acuerdo contempla que las actuales paritarias del sector (firmadas por el 15 por ciento) se apliquen sólo a la categoría básica de convenio, mientras que la suba en los adicionales tendrán un tope de 3480 pesos.
Pero, además, desde 2019 hasta 2021 las subas salariales se aplicarán sólo sobre el básico de convenio, lo cual excluye de las paritarias una parte del actual sueldo de bolsillo de los trabajadores de Carrefour.
El tercer apartado del acuerdo consiste en los mil retiros voluntarios con una indemnización «de hasta» el 150 por ciento, es decir que la empresa no se ve obligada a ofrecer ese porcentaje sino que podría hacerlo por una suma menor.
También se establece un adicional de cobertura médica de 18 meses para las trabajadoras embarazadas que renuncien, de 12 meses para las parejas que trabajen en la empresa y decidan irse y una moratoria de hasta dos años para los que se encuentren a dos años de jubilarse.
Mientras la empresa «podría» pagar hasta el 150 por ciento, se asegura una fuerte baja en sus costos: «se acuerda por un plazo de 18 meses (…) la exclusión del 50 por ciento de las contribuciones previsionales patronales sobre el total de las remuneraciones de todo el personal integrante de la nómina de la empresa».
Es decir, el Estado pondrá recursos para que Carrefour no despida a trabajadores durante esos 18 meses y que eventualmente pague indemnizaciones por encima del 100 por ciento.
«Si la empresa decide el cierre de una o más tiendas, deberá comunicarlo a la Asociación Gremial y al Ministerio de Trabajo con 30 días de antelación», dice el acuerdo en relación al cierre de sucursales.
Aclara que «para aquellos trabajadores que decidieran mantener la relación laboral, la empresa ofrecerá reubicarlos en las sucursales que la misma posea.
En todos los casos verificará la posibilidad de asignarlos a sucursales cercanas a sus domicilios».
Este es uno de los puntos que más irritó a los delegados de base, porque se especulaba que el acuerdo incluiría la obligación de mantener los establecimientos abiertos.
El acuerdo advierte que «las partes se comprometen a mantener la paz social en el seno de la empresa, comprometiéndose a recurrir a las vías directas de diálogo, información y concertación para el tratamiento de cualquier situación de conflicto que pudiera existir o avecinarse». Habrá que ver en qué medida las protestas de trabajadores de Carrefour previstas para hoy (ver recuadro) pueden entrar en contradicción con la «paz social».
Carrefour obtuvo de manera express una herramienta formalmente negociada para llevar adelante su plan de achique en el país.
Si bien la empresa arrastra problemas particulares, el resto del sector del supermercadismo también dice estar en crisis, con lo cual este acuerdo será visto como una posibilidad para descargar la caída de la rentabilidad sobre el Estado (vía reducción de las cargas patronales) y sobre los trabajadores.
Adrian Beron de Astrada