El fantasma de una epidemia después de la epidemia empujada por la variante Delta se insinuó en Tucumán.
La ciudad de Famaillá registró un pico de 16 casos confirmados de Delta y los mellizos Orellana que gobierna hace décadas ese municipio, decretaron un regreso a la cuarentena dura, con prohibición de reuniones familiares, cierre de actividades nocturnas y hasta el aislamiento entero del pueblo, como en los peores meses de la pandemia.
La medida anunciada el jueves nunca llegó a concretarse por el malestar de los vecinos y este sábado el intendente José Orellana anunció que las restricciones quedaban sin efecto y en su lugar se intensificarían los testeos y la campaña de vacunación.
Un laboratorio de lo que puede ocurrir a nivel nacional si la variante Delta termina expandiéndose en el país, como prevén varios epidemiólogos. Hasta ahora esta comprobado que es mas contagiosa que las anteriores cepas, pero no está claro que sea más letal.
El alto nivel de contagiosidad de esta variante generó nuevas olas en Estados Unidos y Europa, incluso en poblaciones vacunadas, pero los gobiernos han decidido navegar esta etapa de la epidemia con campañas de vacunación y pases sanitarios, sin regresar a las restricciones iniciales.
La variante Delta era inevitable que llegue, ya que está circulando en todo el mundo y lo más probable es domine como variante. No podemos predecir si vamos a ir a una tercera ola ya que depende mucho del comportamiento de la comunidad.
La ministra de Salud de Tucumán, Rossana Chahla, explicó que son las autoridades locales las que en esta etapa de la pandemia deben definir las restricciones.
Sobre la variante Delta, señaló que «era inevitable que llegue, ya que está circulando en todo el mundo y lo más probable es domine como variante. Pero lo importante es que el diagnostico se está realizando en la provincia y que contamos con recurso humano. No podemos predecir si vamos a ir a una tercera ola ya que depende mucho del comportamiento de la comunidad».
Los datos confirman el diagnóstico de la ministra de Tucumán. Como reveló la periodista Nora Bär, más de 37% de los casos detectados en el área metropolitano son de la variante Delta, que empieza a crecer por encima de las otras cepas.
El alto nivel de vacunación de la Argentina y las restricciones a los vuelos de meses atrás, según los especialistas, retrasaron su expansión. Pero ahora el desafío es vacunar a los menores de edad. Fuentes del sistema de Salud confirmaron a LPO que crece la preocupación por la resistencia de las madres a vacunar a sus hijos.
En el sistema de Salud ahora la preocupación está centrada en los menores de edad, por la resistencia que se está detectando en madres a vacunas a sus hijos. Se teme que si no avanza la vacunación entre los menores, la variante Delta se expanda en ese segmento de la población.
Para los adolescentes ya se está vacunando con dos dosis de Moderna o Pfizer y los niños mayores de tres años se utiliza la china Sinopharm, que tuvo una autorización express en la Argentina y despertó polémica.
La preocupación de las autoridades es que si no logran vencer la resistencia de las madres, en las vacaciones de verano, la variante Delta se expande entre los niños como ocurrió en Estados Unidos. Por eso, las provincias más prudentes han comenzado a reforzar las guardias pediátricas.