El almuerzo de Macri con Rozenkrantz, a quien en la Casa Rosada cuentan como un funcionario más del Poder Ejecutivo, se desarrolló en el comedor presidencial el mediodida de este martes y de él también participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Justicia, Germán Garavano.
Al término de la reunión, Garavano dijo que el encuentro tuvo carácter institucional y precisó que la invitación se extendió cuando Rosenkrantz asumió la Presidencia del máximo tribunal, en octubre, con motivo del «primer recambio de la Corte con esta gestión presidencial».
«Nos parecía correcto recibirlos, como se reciben a los líderes del Congreso» dijo y agregó que en el transcurso del almuerzo «se conversó de la situación del país en términos generales».
Garavano aclaró que no se trató «específicamente» el tema de la aplicación del impuesto a las Ganancias a los jueces» aunque reconoció que ese «sí probablemente sea de los temas que se aborden en las sucesivas reuniones que tengamos, las que tengo yo y las que tenemos junto con Marcos Peña y los integrantes de la Corte».
«Esto fue más que nada una reunión protocolar», subrayó.
Y, negó ante una pregunta que el encuentro pudiera haber generado malestar con el resto de los miembros del alto tribunal al señalar: «De ninguna manera, no estaba planteado de esa manera. Es la primera vez que se hace este tipo de reuniones, es algo que se acordó seguir manteniendo».
«Se mantenía con el ex presidente de la Corte (Ricardo Lorenzetti) una relación en términos muy similares, y se pretende mantener ese tipo de relacionamiento institucional», enfatizó.
Segun informaron fuentes, trascendio el motivo por los que tomaron esa decisión. Tiene que ver con el expediente del jubilado Lucio Blanco, que pelea por cobrar un 31% más de lo que le ofreció la Anses con la Reparación Histórica.
Los magistrados argumentaron que en 2004 se dispuso que cuando una parte que está litigando en la Corte solicita una audiencia, del encuentro debe participar también la contraparte.