Un grupo de familiares de víctimas del atentado cargó contra el candidato a presidente por votar en contra del proyecto de ley para declarar duelo nacional al 18 de julio. Una periodista de Clarín estaba con el marido de Patricia Bullrich y quedó en el medio del conflicto. Fue «rescatada» por el intendente de Pinamar.
l acto por el aniversario de los 29 años del atentado a la AMIA terminó con el discurso de familiares de las víctimas y los participantes se dirigían a la salida en un camino todo vallado.
Entre los presentes estaba el candidato liberal Javier Milei, quien comenzó a ser increpado por un grupo de nueve personas que le reclamaban su postura inicial en el Congreso de votar contra el proyecto de ley que fijaba al 18 de julio como un día de duelo nacional por las víctimas del atentado -aunque luego pidió cambiar su voto-.
Previo al violento momento, el economista estaba conversando con la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat, quien terminó siendo víctima de la situación, ya que cuando Milei escapó, quedó rodeada. Le reclamaban que por qué le hacía una nota al diputado de La Libertad Avanza.
«La insultaban y hasta algunos estaban cerca de golpearla«, contó Martín Yeza, intendente de Pinamar que ayudó a la periodista a salir de allí. También fue testigo el esposo de Patricia Bullrich, Guillermo Yanco.
«Yo estaba saliendo del evento, cerró el evento con testimonio de familiares de víctimas que fue muy fuerte, no soy de la colectividad pero te emocionás, es movilizante, salís en un estado reflexivo, todos salimos así. Éramos un montón saliendo con el vallado», comenzó a narrar Yeza a este medio.
Y relató el momento en el que rescató a la periodista: «Unos familiares estaban con gritos y llorando, sollozando. Y lo primero que pensé fue que alguien había hecho un comentario antisemita. Me acerco y había algunos mirando, otros riendo y rodeando algo que no veía qué era. No entendía, pero vi que había que calmar esa situación. Y ahí vi que había 8 o 9 personas rodeándola a Natasha. La agarré y le dije ‘salgamos de acá‘».
Yeza detalló que luego conversó con la periodista para entender qué es lo que había pasado: «Me contó que estaba haciendo un off con Milei por la ley del día del duelo y lo increparon, y que cuando los custodios lo sacaron a Milei, la increparon a ella y le cuestionaban que por qué le estaba haciendo una nota a Milei.
Y la siguieron, cuando la saque yo que me metí ahí -Yeza mide casi dos metros- unos 150 metros, no la dejaban salirse, algunos estaban al borde de pegarle, caminamos 300 metros y la seguían».
Yeza destacó que la periodista «es de la colectividad» y que «lo único que hizo fue hacer su trabajo». «A mí me ha pasado, es feo y más entre nueve personas una encerrona, alguno al borde de pegar, insultos. Y si algún día les toca ver una situación así no solo no hay que filmar sino tampoco quedarse paralizados.
Hay que salir de la anestesia que nos lleva a no actuar cuando algo está mal. Tengas 12 años, 18 años, seas mamá papá o abuelo», concluyó.
En un hilo de Twitter, la periodista contó: «Venía caminando con Guillermo Yanco, el marido de Patricia Bullrich, sobre el final del acto por el aniversario del atentado terrorista a la AMIA, cuando vemos que Javier Milei que venía también del acto con su hermana Karina. Nos saludamos y aparecieron unas personas a gritos que parecían querer pegarle a Milei –lo insultaban enardecidas– Yo pensé que era una pelea política y los quise separar, le dije a Milei que se fuera pero lo rodearon muy violentamente«.
«Al verme en el medio recrudeció el odio hacia mi y me empezaron a insultar sin saber yo de qué se trataba – les pedía que me explicaran- cuando vi la foto de que llevaba una chica de ese grupo en mano me quede helada y ya no pretendía explicar nada.
Eran familiares que le reprochaban a Milei que su bloque en Diputados votara en contra de que sea duelo nacional el aniversario del atentado a la AMIA. Pero como le querían pegar a él, querían pegarme a mí también. Nadie escuchaba a nadie y nuevamente le agradezco a Martín Yeza que se dio cuenta de todo y me sacó de ahí -de todo ese griterío violento donde ni el dolor por AMIA permite que nos entendamos- Me quedé mal. Podemos estar enojados o recriminarnos pero ¿querer pegarle a Milei por qué? ¿pegarme a mi? Decirme de todo a mí y a mi familia al punto de tener que refugiarme con los policías? ¿estamos locos? No es por ahí que vamos a sanarnos, definitivamente no», concluyó Niebieskikwiat.