Hace años no se ve un espectáculo de descarga del lago como ahora. El detalle preocupante es que el Paraná y el reservorio están casi a nivel cuando normalmente hay una caída de varios metros.

La gran crecida del río Paraná obligó la semana pasada a la Entidad Binacional Yacyretá a abrir algunas de las enormes compuertas del vertedero principal de la represa, situado justo al lado de la sala de máquinas con las 20 turbinas, algo que no sucedía desde el año 2018.

Además Yacyretá abrió el vertedero de Aña Cuá, primero, y luego el vertedero principal, para dejar correr represa abajo un total 39.500 metros cúbicos por segundo (equivalente a 39,5 millones de litros de agua), y en estos momento sigue llegando agua desde la represa de Itaipú y el río Iguazú donde se estan produciendo intensas lluvias.

Desde entonces el vertedero principal deja correr 10.890 metros cúbicos por segundo y Aña Cuá, unos 10.740 metros cúbicos por segundo.

Ayer aún ambos vertederos segúian trabajando a full, aún con algo más de agua pasando debajo de las pesadas compuertas color naranja.

El caudal del Paraná aguas abajo alcanzó al máximo de 39.500 metros cúbicos por segundo y monitoreando el comportamiento del río Iguazú y la represa de Yacyretá, nada indica que la situación vaya a mejorar rápidamente.

Semejante suba en el nivel del río causó inundaciones en poblaciones ribereñas. Y la Entidad Binacional Yacyretá inmediatamente puso en marcha un operativo para asistir a las familias afectadas, distribuyendo kits.

«En función de las repercusiones que el incremento en los volúmenes de agua como producto de las condiciones climáticas ha generado a la población, la Entidad realizó la entrega de módulos alimenticios para más de un centenar de familias afectadas», indicaron desde Yacyretá.