PRONÓSTICO EXTENDIDO

Así direccionaba Marcela Acuña a su ladera Fabiana González: «Vamos a anular la testimonial diciendo que estabas nerviosa y te confundiste en algunos tiempos»

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«Vamos a anular la testimonial diciendo que estabas nerviosa y te confundiste en algunos tiempos». Ese es el texto de uno de los mensajes de Whatsapp que cruzó Marcela Acuña con su asistente más leal, Fabiana González, días después de la desaparición de Cecilia Stryzowski.

Una de las comunicaciones que muestran a la dirigente piquetera intentando malograr la investigación judicial que por entonces comenzaba y que acabaría constatando que Cecilia fue asesinada el 2 de junio.

El mensaje es además en una fecha muy especial. Fue apenas unas horas después de que tanto Acuña como César Sena (hijo de Marcela y esposo de Cecilia) y González declarasen ante el fiscal Jorge Cáceres Olivera acerca de qué datos tenían sobre Cecilia, cuya madre, Gloria Romero, había formalizado una denuncia por desaparición dos días antes.

En aquella jornada, las tres personas habían sido citadas por el fiscal a prestar declaraciones testimoniales a fin de ver si podían contribuir a saber el paradero de Cecilia. El trámite duró varias horas y se realizó en la Comisaría Tercera, en un marco de mucha tensión, ya que Acuña movilizó a su fuerza de choque, Mujeres al Frente, y estuvo a punto de forzar que se interrumpiera la declaración de Fabiana González. ¿Por qué? Porque González, al hablar ante el fiscal, contradijo en varias referencias de tiempo y espacio a lo que habían dicho Acuña y César.

GRITOS Y TENSIÓN

Cuando Acuña advirtió que su colaboradora estaba debilitando las coartadas utilizadas por ella y su hijo, intentó interrumpir la testimonial a instó a las manifestantes de su agrupación –que se habían concentrado en la vereda de la comisaría- a invadir la dependencia policial por considerar que la diligencia del fiscal era «una trampa».

Hubo gritos y empujones con personal policial. El fiscal Cáceres Olivera intervino con firmeza para neutralizar los intentos de una Acuña desencajada. Es que las cosas comenzaban a salir mal para ella, su esposo Emerenciano Sena y el hijo de ambos.

Esa misma tarde hubo intercambio de mensajes entre ella y González. De acuerdo a lo que pudo rescatar el equipo de peritos informáticos que trabaja en los teléfonos celulares secuestrados en la causa, el 8 de junio (el mismo día de las declaraciones en la Seccional Tercera), después de las cuatro de la tarde, Acuña le envía a González varias fotos en las que se ven las fojas con la declaración de César Sena.

«Esto es lo que declaró César, Fabi», le dice a su asistente. «Aprendete (esto) de memoria, vos, Gustavo y Diana», le ordena.  Acuña usaba como nick «Marce y Eme», pero se trataba de su línea personal.

La transcripción de mensajes incorporada al expediente judicial.

El Gustavo al que alude el mensaje es, evidentemente, Gustavo Obregón, ex pareja de Fabiana González, quien también era mano derecha de Acuña y de Emerenciano Sena, y la persona a quien le habían encomendado la logística dirigida a hacer desaparecer los restos de Cecilia luego de que la joven fuera asesinada (el 2 de junio) en la casa del clan, en Santa María de Oro 1.460.

El propio Obregón –uno de los siete detenidos del caso-  reconoció que ése fue su rol. Diana, probablemente, sea una hermana de González que también realizaba tareas domésticas en el domicilio de los Sena.

«APRENDETE ESTO DE MEMORIA»

Los mensajes dejan en claro que la gran preocupación para Acuña luego de las declaraciones en la Comisaría Tercera fue que las respuestas que dieron al fiscal ella, César y Fabiana mostraban fisuras e inconsistencias. Es decir, dejaban a la vista que se estaba mintiendo. Acuña dijo que había visto a Cecilia en su casa, que tuvo una discusión con su hijo pero «que se fue bien».

César declaró que no sabía qué había sucedido con su esposa, pero que quería hacer «todo lo posible» para que apareciera. «No entiendo por qué se armó todo este circo, quién se va a hacer cargo de todo esto cuando Cecilia aparezca», dijo con tono indignado a la prensa al día siguiente, horas antes de ser detenida junto a Emerenciano. César estuvo prófugo más de un día y acabó entregándose.

Aquel 8 de junio, luego de enviarle fotos con la declaración de César, Acuña le dice a Fabiana: «Vamos a anular la testimonial diciendo que estabas nerviosa y te confundiste en algunos tiempos». E insiste: «Lean y relean lo de César. Diana, vos y Gustavo». Marcela quería que todos dieran la misma versión.

Unas tres horas después, le envía un mensaje más: «Ya hablé con otro abogado, Juan no sirve». Se refería a Juan Díaz, el primer patrocinante que tuvieron los Sena, quien acabaría renunciando a ese rol pocos días después, diciendo que había tomado la decisión por estar convencido de que César era culpable del asesinato de Cecilia.