Luego de estar casi 24 horas prófugo de la Justicia, buscado por el femicidio de Johana González, la Policía localizó y capturó a Mario Rafael Barrientos en Corrientes, a más de 19 kilómetros del alquiler donde vivía y que el día jueves fue allanado. El hombre es el principal sospechoso de la macabra muerte de la mujer que estuvo desaparecida durante 10 días.
Según informó la propia Policía, el hombre fue localizado esta mañana por el personal de la Comisaría Cuarta de Corrientes al verse «cercado por las fuerzas de seguridad».
«Desde el momento que se solicitó la detención de Barrientos, el Ministerio de Seguridad a través de la Jefatura de Policía puso a disposición todos los recursos humanos y tecnológicos para detenerlo, advirtiendo a todas las fuerzas de seguridad», comunicaron desde la fuerza provincial.
La fiscal especial en género, Nelia Velázquez ya inició los trámites legales para solicitar el exhorto y traerlo a Resistencia para continuar con el proceso.
EL HECHO
El cuerpo de Johana Elizabeth González fue encontrado en una laguna, situada a 100 metros de un domicilio que había sido allanado hace dos días en el barrio Villa Seitor, en la capital chaqueña. La fiscal de Investigación, Nelia Velázquez, explicó a este medio que antes de este suceso, Barrientos no había sido aprehendido debido a la falta de pruebas suficientes para imputarle el delito. Sin embargo, los avances en la investigación producidos este sábado permitieron dilucidar que Barrientos sería, inobjetablemente, el posible autor del crimen.
Desde el comienzo de la desaparición de Johana González, el martes 21 de mayo, varios testigos afirmaron haber visto a González en días posteriores a su desaparición, lo que ayudó a orientar las pesquisas.
La Policía del Chaco, junto con Búsqueda de Personas y el Departamento de Investigaciones, llevó a cabo diferentes procedimientos. Entre ellos, el allanamiento a la vivienda de Barrientos el pasado jueves 30 de mayo, en la intersección de las calles Juan Domingo Perón y Antonio Brignole. La madre de Johana estuvo presente durante el allanamiento, pero hasta ese momento no había indicios que pudieran sugerir mayores detalles de lo sucedido.
Las cámaras de seguridad que dan frente a la laguna del barrio fueron claves. El sospechoso fue captado por las mismas mientras se dirigía hacia la laguna, donde arrojaba bolsas negras de consorcio. Este avistaje permitió a las divisiones policiales realizar un rastrillaje en la zona, lo que resultó en el hallazgo del cuerpo de Johana.
«Con conducta sospechosa, se dirigió hacia la laguna tirando bolsas de consorcio negras. Por lo cual se realizó un rastrillaje sobre la misma con resultado positivo, encontrándose partes de un cuerpo femenino, el cual ha sido reconocido por la familia como el de Johana González», indicó Velazquez a este medio.
Johana era una mujer de 30 años, madre de un pequeño de 9 años. La última vez que su madre la vio le dijo que iba a salir a buscar dinero pero desde entonces nunca más se supo de ella.