PRONÓSTICO EXTENDIDO

Caso Sheila: les quitan la tenencia de sus hijos a los parientes y la tia ya no puede ver al bebe recien nacido

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El fiscal que investiga el crimen de Sheila Ayala, la nena de 10 años que fue estrangulada en San Miguel, entendió que los tíos de la víctima y principales sospechosos por el caso actuaron con alevosía y los imputó por el delito de “homicidio agravado”, que prevé una condena a prisión perpetua.







Leonela Ayala (25), tía y madrina de la víctima, aceptó ayer ser interrogada en el hospital de Malvinas Argentinas, donde permanece internada, cuando se enteró de que la Justicia resolvió quitarle la tenencia de sus cuatro hijos, entre ellos el bebé que dio a luz este viernes.

Su marido, Fabián González Rojas (24), se negó a declarar, aunque el jueves pasado, poco después de haber sido detenido, se hizo cargo del crimen frente a un jefe policial. “Tomamos alcohol y drogas y no sabemos qué pasó”, aseguró, aunque su confesión no tiene validez judicial.

Para Gustavo Carracedo, a cargo de la instrucción, Leonela y su esposo Fabián González Rojas (24) “idearon un plan común para causar la muerte de la menor”.

En base a las pruebas recolectadas hasta el momento, sospecha que Sheila fue estrangulada en el departamento de los acusados, a metros del hueco de la medianera donde este jueves fue hallado su cuerpo desnudo y dentro de una bolsa de nylon.

En el escrito el funcionario judicial afirma que el crimen se produjo “entre los días domingo 14 de octubre a partir de las 12, y el 16 de octubre del año 2018”. Carracedo ubica a la escena del crimen en el interior de la vivienda de los imputados, en la calle Salguero y Aristóbulo del Valle, en el barrio “Campo Tupasy”.

El titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 20 de Malvinas Argentinas no tiene dudas de que Sheila estaba en un “estado de indefensión” del que se aprovecharon los imputados.

“Al ser de tan corta edad no pudo defenderse ante la embestida de dos personas que la superaron en fuerza, sumado a que la menor al ser familiar directo de los imputados se confió en que este ataque no ocurra, y que el imputado González Rojas abusó de una relación desigual de poder con la víctima”, dice el fiscal.

Sobre el rol de los acusados, el fiscal entiende que ambos serían coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía”, aunque en el caso de González Rojas le agrega la figura de femicidio.







Si bien la autopsia no detectó signos de abuso sexual en el cuerpo de la nena, los investigadores no descartan que ese sea el móvil del asesinato. Los rasguños que tenía en los brazos el hombre refuerzan esta teoría.

Además, la versión sobre un extraño episodio ocurrido hace aproximadamente un año también llegó a oídos de los investigadores y alimenta la hipótesis de un ataque sexual: el tío habría intentado abusar de una de sus hijas cuando alguien lo descubrió.

En el vecindario recuerdan el caso y hasta aseguran que hubo una pelea por ello. Lo llamativo es que no hay denuncia; ni en la comisaría de la zona ni en la Justicia. Según fuentes policiales consultadas, González Rojas tiene prontuario.

Pero como delincuente común. En el año 2013 fue imputado en una causa por el delito de “robo en poblado y en banda”. El informe forense detalla que la nena fue estrangulada “a lazo con una sábana”,  lo que le produjo “una asfixia mecánica por compresión cervical extrema que la llevó a su muerte por consecuencia de un paro cardiorrespiratorio traumático”. Sheila desapareció el domingo pasado y fue hallada asesinada cinco días después a metros del departamento de sus tíos.

Este sábado, cuatro ramos de flores y una cruz con su nombre sellaron el sepelio de la nena. La cruz de madera con su nombre escrito a mano marca el lugar donde ahora descansan para siempre los restos de Sheila Ayala, la nena de 10 años que fue asesinada en San Miguel.

Para la mamá no hay consuelo. Mucho menos para los amiguitos y hermanitos de la víctima, que no pueden entender por qué se apagó la vida de una persona que hace unos días corría y jugaba con ellos por el barrio “Campo Tupasy”. Yanina encabezó el cortejo fúnebre junto a vecinos y familiares.

Los interrogantes que rodean a un caso que estremeció a todos también dan vueltas por su cabeza. ¿Su cuñado era un abusador de menores y ella lo sabía? ¿Por qué nadie lo denunció antes si eso era cierto? Los restos de la chiquita de 10 años fueron inhumados en el cementerio de San Miguel y hasta ese lugar se acercaron, en dos colectivos escolares, familiares, amigos y vecinos.

Para evitar posibles desmanes, la Policía Bonaerense montó un operativo de seguridad. Solo los familiares más directos y personas que ellos autorizaron pudieron ingresar a darle el último adiós.   “No tengo palabras para lo que hicieron estas bestias”, dijo al canal TN un hombre que fue a despedir a la nena, en medio de la conmoción que generó su asesinato en la zona.

“Los mataría”, dijo otro vecino sobre los acusados de matar a Sheila. “No se merecía esto porque es un angelito. Ojalá Dios bendiga a todos los chicos que se merecen vivir, nada más”, agregó.