Ambas detenidas por el asesinato de un hombre en la localidad bonaerense de José C. Paz, en la provincia de Buenos Aires, declararon ante la justicia y la esposa de la víctima confesó que esa noche él le había dicho que «se terminaba todo» porque la asesinaría.
La mujer que asesinó a su marido de 185 cuchillazos el sábado en la localidad bonaerense de José C. Paz confesó que lo hizo porque esa noche él le había dicho que «se terminaba todo», en alusión a que la mataría tanto a ella como a sus hijos, y reveló que la obligaba a prostituirse, que lo había denunciado al menos cuatro veces por violencia de género y que la sometía a constantes maltratos físicos y psicológicos.
En tanto, su hija de 18 años, también presa por el homicidio, admitió haber participado del crimen de su padre y dijo que cuando sus padres luchaban, ella tomó un cuchillo y apuñaló «una o dos veces» a su papá por temor a que las lastimara.
En su indagatoria del domingo, Paola Elvira Córdoba (38) contó de manera detallada a la fiscal Silvia González Bazzani los hechos que se iniciaron la noche del viernes pasado, cuando la familia terminó de cenar y se fueron a dormir, y culminaron la madrugada del sábado con Alberto Elvio Naiaretti (46) asesinado de 185 puñaladas.
«Yo maté a mi marido porque sabía que él me iba a matar», declaró la mujer, quien explicó que la discusión comenzó porque el hombre la llevaba a prostituirse a la ruta 8 con la excusa de que tenía que «darle de comer a sus hijos» y ella le dijo que no quería hacerlo más.
Según Córdoba, la noche del sábado se acostó a su lado y como permanecía en silencio, él le dijo: «Ves que sos una puta de mierda, con los que te encamas en la ruta no debes estar tan calladita. Te llevo a la ruta para que te prostituyas y al final la pasan todos bien menos yo».
Y, reveló que por eso, cuando él se durmió, bajó a buscar cinco cuchillos de la cocina y los colocó en un baúl cerca de la cama.
«Esperé un rato, me levanté, agarré dos cuchillos y le clavé uno a la altura de la costilla, abajo de la tetilla del lado izquierdo. Le clavé uno de ellos, una sola vez. Se despertó, se dio vuelta y le empecé a clavar el cuchillo en toda la panza. El se levantó y se me vino encima, me decía ‘qué hacés Paola», contó.
Dijo que en un momento, su marido le agarró la mano como para clavarle el cuchillo en la panza y se metió entre ambos su hija Milagros, tras lo cual se produjo un forcejeo, se resbalaron a raíz de la sangre y ella tomó otro cuchillo y lo siguió atacando en el piso, pero no recordaba cuantas veces, hasta que dejó de respirar.
La mujer admitió que no quiso llamar a una ambulancia porque si salvaban a su esposo, la iba a matar, por lo que más tarde contó todo lo ocurrido al 911. En tanto, la joven también dio su versión de lo sucedido esa madrugada y coincidió con su madre.
«Mis papás estaban discutiendo. Mi papá le quiso levantar la mano a mi mamá. Mi mamá se empezó a quejar como queriendo evitar que él la golpee. Tenía miedo de que él le haga algo a mi mamá porque cuando se ponía así era muy bruto y tuve miedo», comenzó.
Y, explicó que luego de esa primera discusión le mandó mensajes a su tía ‘Mary’, hermana de la madre, para avisarle lo que estaba pasando, pero luego se quedó dormida leyendo el teléfono en la cama.
«Después me levanté tipo una y media o dos de la mañana más o menos. Escuché que mi papá empezó a gritar. Me levanto de mi cama y voy a la pieza de ellos. Ahí veo que mi mamá lo estaba apuñalando a mi papá. Lo estaba apuñalando con un cuchillo, uno o dos, me acuerdo que lo estaba apuñalando», recordó la joven.
«Mi papá -continuó el relato-, la agarraba de la mano y de la cabeza a mi mamá y le decía ‘no, Pao, me voy’. Eso se los decía a cada rato, varias veces le dijo como que se iba de la casa. Después mi papá empezó a forcejear con mi mamá y se empezaron a ir como a la habitación mía y de mis hermanos».
La joven explicó en su indagatoria que su hermano varón de 6 años y su hermana de 13 se despertaron, por lo que ella les dijo que se volvieran a dormir y fue hasta la puerta de su padres a cerrarla.
«Yo al cerrar la puerta me quedé del lado de ellos. Mi papá le estaba queriendo sacar el cuchillo a mi mamá, como que la quería apuñalar. Mi papá de nuevo gritaba como que le dolía, ‘me duele Pao’, le decía», dijo.
Al confesar su participación en el hecho, la joven declaró: «Parecía que él la iba venciendo en fuerza y yo tenía miedo porque no quería que la lastime a mi mamá o a mí. Yo agarré uno de los cuchillos que estaba en el piso y lo clavé a mi papá, no sé si una o dos veces y después lo solté de nuevo. Mi mamá siguió, ella lo seguía apuñalando».
La chica contó que su padre la miró y le pidió que lo ayude y recordó: «Yo le agarré la mano y le dije que me perdone. Después él se cayó sobre la ventana, quedó sentado ahí y yo le seguía dando la mano. Después al rato me soltó».
La joven dijo que su madre llamó al 911 para denunciar lo sucedido y luego relató toda la historia de violencia que padecieron ellas y sus hermanos dentro del hogar.
«Cuando mi papá estaba bien, estábamos bien todos, cuando se enojaba era otro», remarcó.
La joven y su madre continuaban hoy detenidas a disposición de la fiscalía, acusadas del delito de «homicidio agravado por el vínculo».
Fuente: (Télam)