Se encuentra detenido desde hace 46 años, y se convirtió en el recluso que más tiempo pasó tras las rejas en el país. Sus crímenes llegaron a la pantalla grande.
Carlos Eduardo Robledo Puch, el asesino más cruel de la Argentina vuelve a ser noticia. Y es que la historia de sus crímenes llega a la pantalla grande de la mano de Sebastián Ortega.
En el filme El Ángel, protagonizado por Lorenzo Ferro, se cuentan los atroces hechos acontecidos más de cuatro décadas por quien en la actualidad es el preso que más tiempo pasó detenido: 46 de sus 66 años de vida. «El Ángel Negro», o «El Ángel de la Muerte» fueron dos de los apodos con los que la prensa hizo mención a Robledo Puch, el joven que en 1972 y con apenas 20 años, fue condenado a cadena perpetua al ser encontrado culpable de haber cometido once homicidios, 17 robos, una violación y dos secuestros.
Carlos Robledo Puch al momento de su detención, el 4 de febrero de 1972 Seis de los diez crímenes que cometió los hizo con un cómplice: Jorge Ibáñez. El primero de los hechos ocurrió el 15 de marzo de 1971, cuando ambos asesinaron a tiros al sereno de un boliche de Olivos, Manuel Godoy, y también al encargado de local, Pedro Mastronardi, a los que sorprendieron mientras dormían.
En mayo del mismo año las víctimas fueron: José Bianchi, sereno de una casa de repuestos de Vicente López que fue ejecutado a tiros mientras que su esposa fue herida a balazos y violada en el mismo hecho; Juan Scattone, cuidador de un supermercado también de Olivos, el cual fue acribillado a balazos y los homicidas brindaron con whisky sobre su cadáver.
Luego fue el turno de Virginia Rodríguez, quien fue raptada, violada y ejecutada a tiros a la vera de la Panamericana y Ana María Dinardo, que corrió la misma suerte que la víctima anterior.
En agosto del 71, Ibáñez murió en un presunto accidente automovilístico que también involucró a Robledo Puch.
El 15 de noviembre junto a un nuevo cómplice, Héctor Somoza, Robledo Puch asesinó a Raúl Del Bene, guardia de un supermercado de Boulogne; a Juan Rozas, vigilador de una concesionaria de autos; y a Bienvenido Ferrini, sereno de agencia de autos.
En febrero de 1972 los dos fusilaron a Manuel Acevedo en una ferretería y luego de una pelea, «El Ángel Negro» mató con un soplete a Somoza.
Ese mismo día la Policía detuvo lo detuvo y desde allí, salvo por las 64 horas que estuvo prófugo luego de huir del penal de Olmos en 1973 y ser recapturado, permanece preso. Juicio.
“El Ángel de la Muerte” fue juzgado y condenado en 1980 por la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro a reclusión perpetua por tiempo indeterminado, la pena máxima en Argentina.
En la actualidad permanece detenido en un pabellón del penal de Sierra Chica.
Adrian Beron de Astrada
Desde julio de 2000, momento en que pudo solicitar su libertad condicional, lo ha hecho en reiteradas oportunidades
El antecedente Barreda. El 27 de mayo de 2008, luego de concedida la prisión domiciliaria al odontólogo Ricardo Barreda, condenado por asesinar a su esposa, su suegra y sus dos hijas, Robledo Puch decidió pedir la libertad condicional.
Sin embargo, el juez que atendió su solicitud se la denegó por considerar que no se ha reformado de manera positiva en ninguno de los aspectos sociológicos necesarios para vivir en libertad, además de no poseer familiares directos que puedan contenerlo.
En otras oportunidades volvió a insistir con su pedido, hasta que en 2013 pidió que revieran la sentencia o que lo ejecutaran con una inyección letal, a pesar de que la pena de muerte no puede ser aplicada en Argentina.
El 10 de mayo de 2016, cuando llevaba 44 años preso, Robledo Puch salió del penal de Sierra Chica por un día: fue llevado a la Asesoría Pericial de San Isidro para ser sometido a una serie de pericias médicas, debido a su deteriorada salud.
En esa ocasión fue escoltado ida y vuelta por una decena de efectivos. En febrero de 2016 le escribió una carta a la gobernadora María Eugenia Vidal para recibir un «indulto extraordinario». En el texto se declaraba inocente, criticaba al sistema penitenciario; se comparaba con Nelson Mandela y hasta reivindicaba aspectos de la última dictadura.
En la actualidad, el condenado pasa sus días en una pequeña celda del pabellón de los homosexuales del penal de Sierra Chica; mientras que la historia de los aberrantes crímenes que cometió, se proyecta desde el jueves en el cine.