Los buzos tácticos que este martes rastrillaron un lecho del Río Tragadero, conectado con la chanchería de la familia Sena, hallaron restos óseos y un dije dentro de una bolsa. En las últimas horas, el Instituto Médico de Ciencias Forenses afirmó que los resultados de sus exámenes les permitiría asumir que se trata de huesos humanos.
Hace tres días, una diligencia basada en la declaración de Gustavo Obregón llevo a las fuerzas policiales chaqueñas a orillas del Rio Tragadero. Obregón, marido de Fabiana González y mano derecha del matrimonio de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, es uno de los siete detenidos al ser considerado partícipe secundario del hecho.
En el momento, tomó acción el equipo del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCIF), quienes peritaron lo hallado y luego de un par de días entregaron los resultados al equipo fiscal que lleva adelante la investigación.
En relación con los restos óseos, fuentes judiciales confirmaron que hay una alta probabilidad de que sean humanos. La confirmación final es esperada para la semana entrante, de la mano del reconocido equipo forense de la provincia de Córdoba que colabora en el caso.
Sin embargo, el equipo científico local que interviene en la causa afirmó que «por las características anatómicas, tendrían semejanza con huesos humanos».
«Se podría asumir que se trata de un hueso compatible con un hueso largo del pie metatarsiano, por las características microscópicas de los tres fragmentos óseos, se sugiere someter a los mismos a estudios microscópicos y de biología molecular ADN», expresa el informe del IMCIF al que este medio tuvo acceso.
Otro de los restos encontrados sería «un hueso largo también seccionado en transversal, lo que lo hace estar presentado en forma incompleta». «En el otro extremo una superficie esférica, que corresponde a la articulación como la observada en los huesos del metatarso. Acá también se supone la acción del fuego. Sería del pie», continúa el escrito.
En su declaración, Gustavo Obregón afirmó haber trasladado y luego arrojado restos y cenizas. En caso de que su versión sea comprobada, la existencia de las cenizas denota que se intentó destruir todo tipo de pruebas y rastros de la joven durante días.
En este sentido, es clave entender que la Fiscalía tiene la sospecha de que en una zona cercana a la chanchería se habría producido una fogata que duró, como mínimo, 48 horas. Para determinar su ubicación exacta, buscan la intervención de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado en la Investigación Criminal (DAJUDECO) para que asista con imágenes satelitales de los días posteriores a la desaparición de Cecilia.
Una de las incógnitas que plantea la Fiscalía es acerca de la participación que pudo tener cada implicado para mantener vivo el fuego cada día. Esto surge a raíz de los elementos secuestrados en la chanchería, donde los fiscales observaron que habían sido utilizados para la quema las especies de leña de quebracho colorado y urunday.
«Sin duda, hay alguien que hizo que ese fuego se mantenga vivo tirándole algo», confesó una fuente judicial a este medio.
«En los hogares, esa leña que se usa es de quebracho colorado, que queda pisada y hasta el otro día. En este caso, es distinto porque hay más oxígeno que es producto del aire libre, asi que necesariamente cada cuatro horas alguien le tiene que echar más leña», agregaron.