Un testigo arrepentido en la conocida causa como «Sapucay» reveló contactos con funcionarios políticos y judiciales, e incluso policiales, que formaban parte de un entramado para la protección del actuar de narcos en Corrientes.
Habló hasta de fiestas en yate con drogas con participación de un ex intendente y un juez.
En el marco de la organización de la que formé parte, hubo contacto con funcionarios políticos y judiciales para obtener determinados beneficios». Claro, y dispuesto a dar información, un arrepentido le contó al juez federal Sergio Torres el entramado de protección detrás del trafico sistemático y masivo de marihuana paraguaya a través de la provincia de Corrientes.
La declaración consta en el procesamiento que Torres le dictó el viernes pasado a Juan Manuel Faraone.
El ex intendente de la localidad de Empedrado había sido detenido el 19 de octubre octubre junto a su hija gendarme, en el marco de una investigación en la cual ya fueron elevados a juicio el intendente y el viceintendente de Itatí, Natividad «Roger» Terán y Fabio Adrián Aquino, respectivamente, según el diario Clarín.
Las sospechas apuntan al juzgado federal de Corrientes, que nunca profundizó investigaciones sobre esta banda, que operaba con la contención de algunos integrantes de todas las fuerzas federales y también de la provincial, como así también de sectores políticos, como ser el intendente de Itatí Natividad Roger Terán y el viceintendente Fabio Aquino, ambos procesados por narcotráfico.
Tanto a Faraone como a su hija los indagaron por darles protección a los narcos que operan en Itatí, principalmente a Federico Sebastián «Morenita» Marín.
Una relación de la que quedaron picantes audios grabados y conversaciones, que fueron la clave en el procesamiento de Marín, también dictado el viernes.
«Conocí a Faraone a través de El Chino, que vendía cocaína al menudeo en Laguna Seca; le vendía cocaína a Faraone para las fiestas que éste organizaba en su yate de Paso de la Patria, a las que asistía el juez (federal Carlos) Soto Dávila y Federico Grau (su secretario)», contó el arrepentido, quien también habló de la hija de Faraone y de Morenita Marín» señala el sitio Clarín.
Faraone tiene tres hijos en total. «El varón se llama Luciano y era la persona que se iba a encargar de acopiar la marihuana en un silo de Empedrado en un evento que estábamos planeando para más adelante; otra de las hijas es gendarme, ella le informaba todo lo que sabía al padre», detalló el arrepentido, que no es el único imputado que declaró en el expediente.
Para ganar puntos en su arreglo con el fiscal, el arrepentido aportó datos del pago de coimas: «Pude ver al secretario del Jefe de Policía de Corrientes que iba a la casa de Faraone, era un tipo flaco, alto, trigueño, de treinta años más o menos, cuyo nombre no me acuerdo. Faraone le solía dar plata, aproximadamente dos mil pesos, lo hacía enfrente mío, no sé en qué concepto».
Faraone y «Morenita»
Tanto Juan Manuel Faraone como «Morenita» Marín fueron procesados como miembros de asociación ilícita y coautores de comercio de estupefacientes agravado por la intervención de menores y por la intervención de funcionarios públicos dedicados a la prevención de esos delitos.
Según el arrepentido, fue Faraone quien resguardó a Marín luego de que el 7 de octubre del 2016 éste se tiroteara con Gendarmería y quedara herido.
De hecho hay una escucha, a la que accedió Clarín, en la que hablan Faraone y Marín y el ex intendente le dice que se vaya a esconder a Empedrado y se preocupa cuando Marín le comenta que estaba en un auto que llevaría a los investigadores hacia él.
La relación de confianza entre ambos era tal que, según el arrepentido Faraone, acopió en su casa 100 kilos de marihuana que eran de Marín.
Tanto uno como otro cayeron en octubre y son parte de una megacausa a cargo de Torres y un grupo de fiscales: Carlos Stornelli, Diego Iglesias -de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar)- y los correntinos Flavio Ferrini y Carlos Schaefer.
En este expediente -que ya tiene 51 personas elevadas a juicio-, el epicentro del tráfico de drogas (casi exclusivamente marihuana) es la ciudad de Itatí, por donde entraban al país toneladas de marihuana gracias a la logística de tres organizaciones narco y la complicidad de las fuerzas de seguridad, autoridades municipales e importantes funcionarios judiciales.
Junto con Carlos Alberto «Cachito» Bareiro (detenido) y Luis «El Gordo» Saucedo (prófugo), «Morenita» Marín manejaba el contrabando de marihuana cruzando el río Paraná.
De acuerdo a datos de la causa, cada lancha podía pasar media tonelada de marihuana por viaje, sin mucho problema.