Ni el pedido de disculpas, ni el acuerdo económico, ni el decreto que restringe el ingreso de familiares de ministros a la función pública parecen suficientes para que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, pueda dejar atrás el escándalo por la designación de su exempleada en el gremio del SOMU y el audio en el que la insulta y despide.
Es que aunque su hermano Carlos Triaca, quien en los papeles era el empleador, llegó a un acuerdo con Sandra Heredia por una cifra de $ 340.000 como indemnización, ahora la mujer les reclama el pago de $ 3,7 millones en concepto de daños y perjuicios.
Heredia considera que fue echada sin el preaviso ni mediando la causa correspondiente, y consideró que las declaraciones del ministro en TV fueron argumentos injuriantes y calumniosos, razón por la cual demandó a Carlos Triaca.
Según consigna el sitio Opi Santa Cruz, Heredia afirmó: «En principio se lo cursé a Carlos, porque fue él quien dijo todas esas cosas de mí, las cuales se encuentran grabadas y filmadas. Con respecto al monto, con mi abogado hemos analizado el daño que me hizo este problema en su conjunto, pero las palabras de Carlos (Triaca) en particular, porque yo tengo 45 años, de la noche a la mañana me dejaron sin trabajo, en la calle y no obstante eso me denigraron, me arrastraron por el piso como si fuera la peor, tratándome prácticamente de loca y de ladrona» y eso me cierra el camino para encontrar otro trabajo» y agregó «mi abogado hizo un cálculo estimativo de lo que yo debería ganar, a partir del último sueldo cobrado ($ 19.500), hasta mi jubilación y es ahí de donde sale esta cifra que le estamos pidiendo al señor Triaca».