Este miércoles, a la siesta, los servicios externos de la Comisaría Primera y Segunda de Resistencia llevaron a cabo un operativo conjunto para detener a dos hombres que se transportaban en un Toyota Corolla con una actitud «sospechosa».

Los uniformados intentaron inicialmente detenerlos con el objetivo de identificarlos en la calle Almirante Brown, entre Güemes y Pellegrini; sin embargo, los dos sospechosos subieron rápidamente al vehículo, haciendo caso omiso a los efectivos.

De esta manera, comenzó una persecución por el centro de la ciudad, en la que el conductor realizó maniobras peligrosas intentando escapar de la prevención.

Todo llegó a su fin en la intersección de Brown y López y Planes, frente al Superior Tribunal de Justicia, lugar donde finalmente fueron detenidos. Asustados, los fugitivos arrojaron un par de bultos rectangulares hacia la parte posterior del auto.

En medio de la curiosidad de vecinos y el tránsito cargado, se llevó a cabo un peritaje ocular policial frente a testigos, con los dos «narcos» con el rostro cubierto y las manos esposadas. 

A los pocos minutos, personal de drogas se acercó a la vereda del STJ y confirmó las sospechas: transportaban más de 3,1 kilogramos de cocaína. 

Horas más tarde, se confirmó un dato relevante para la investigación que vuelve a poner en escena hechos de corrupción dentro de una fuerza federal. La Policía del Chaco confirmó que R.G.F., de 34 años, conductor del vehículo, es integrante de Gendarmería Nacional y presta servicio en Fontana. El otro detenido es un joven de 31 años con domicilio en Clorinda.