El diputado Nacional Sergio Ziliotto se encamina a suceder al gobernador Carlos Verna (de licencia por enfermedad). La oposición lleva a un radical tras el fracaso de unidad con el PRO.
Con un Carlos Verna de licencia por enfermedad y sin un referente de peso político específico jugando activamente, el oficialismo de La Pampa ató su suerte al sólido aparato partidario que se sustenta en las bases asentadas por figuras históricas como el propio exsenador y el cuatro veces gobernador Rubén Marín.
Bajo la tesis de “la unidad ante todo”, el PJ procesó puertas adentro la hoguera de vanidades, esquivó la sangría de una PASO y ungió al diputado nacional Sergio Ziliotto -en tándem con Mariano Fernández, actual vice en funciones efectivas de gobernador por ausencia de Verna- para darle continuidad al proyecto ratificado en 2015 por más del 46% de los votos.
De esta manera, el peronismo se aseguró de no repetir la amarga experiencia de las primarias parlamentarias nacionales de agosto de 2017, cuando las divisiones internas derivaron en un sorpresivo triunfo de Cambiemos, que luego se revirtió en las generales.
La ausencia de Verna -quien el año pasado se autoexcluyó de participar en estos comicios- no implica, dicen en el oficialismo, un cambio de postura en relación con el áspero vínculo entre el distrito y la Casa Rosada.
La Pampa fue, en rigor, una de las pocas provincias que no suscribió al Consenso Fiscal del Gobierno, y tampoco suscribió a ningún otro acuerdo que involucró a la totalidad de los gobernadores.
Incluso, el hipercrítico posicionamiento se consolidó en diciembre pasado luego de un fallo favorable de la Corte que obligó a la Nación a restituirle a la provincia un monto de coparticipación retenido indebidamente, calculado en $4 mil millones y cuyo pago todavía no fue acordado.
“La gobernabilidad es una avenida de ida y vuelta. Hicimos el acuerdo político en el Congreso nacional en la búsqueda de gobernabilidad de Nación y las provincias, pero Macri no cumplió. Hicimos un acuerdo con el ala política del Gobierno, y Macri no cumplió. En La Pampa no cumplió con la Obra de los Daneses y tampoco cumplió con la segunda etapa del Acueducto del Río Colorado”, recordó Ziliotto, anticipando la respuesta de La Pampa a la convocatoria del llamado al diálogo del Presidente.
En Cambiemos la historia no es diferente a lo que ocurrió en otros distritos donde la convivencia entre radicales y PRO puros terminó hecha añicos frente a la imposibilidad de alcanzar una fórmula de consenso.
Sin llegar al punto extenuante de la crisis de la alianza en Córdoba, en La Pampa falló -una vez más- el intento experimental del macrismo de sumar a un outsider de la política, como lo era en este caso el exsecretario de Deportes, Carlos “Colo” Mac Allister.
Y llevó al radicalismo a validar de la mano de Kroneberger en la tórrida PASO de febrero, el poder que tienen todavía muchas figuras de ese histórico partido en algunos puntos del país, más allá de la composición necesaria de una coalición para ser gobierno.
En 2015, Verna le aseguró al peronismo la continuidad en el Gobierno al imponerse por más del 46% al radical Francisco Torroba -de Propuesta Frente Pampeano (PRO-FREPAM)-, que logró el 38%. Todo bajo el paraguas de una elección presidencial en la que Daniel Scioli superó en primera vuelta a Mauricio Macri por más de tres puntos.
En tanto, como en Córdoba, el próximo domingo también habrá que prestar especial atención a la batalla por Santa Rosa, la capital provincial, donde hace cuatro años la sociedad política entre la UCR y el PRO logró arrebatarle al peronismo la intendencia y la mayor plaza electoral junto a General Pico.
Pero aquel batacazo que protagonizó el radical Leandro Altolaguirre, con el 49% de los votos contra el 28,7% del oficialista Raúl Ortiz, tuvo un edulcorado sostenimiento merced a una gestión de poco brillo que podría dejar al actual intendente lejos de su reelección, allanándole al PJ el camino del retorno.
El Frejupa -aglutinado allí con un sector de La Cámpora- impulsa a Luciano Di Nápoli, quien a su vez había conseguido un ajustado triunfo en las PASO de febrero. Este año, el calendario electoral quedó inaugurado con los comicios realizados el 10 de marzo en Neuquén, en los que el gobernador Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino (MPN), consiguió su reelección.
Le siguió la compulsa en Río Negro, el 7 de abril, que consagró gobernadora a la candidata de Juntos Somos Río Negro, Arabela Carreras. Y, el último domingo, el peronista Juan Schiaretti arrasó en Córdoba con el 57% de los votos, postergando, lejos, al segundo y tercer puesto a los candidatos radicales Mario Negri y Ramón Mestre. Un saldo positivo y general a favor de todos los oficialismos.