En medio de una nueva polémica ligada a los Derechos Humanos, la Corte Suprema anuló el fallo del 2×1 que beneficiaba con reducción de penas para condenados por delitos de lesa humanidad.

El año pasado, el máximo tribunal había interpretado que esa reducción de penas -que hasta entonces se aplicaba para delitos comunes- podía ser también para los genocidas de la última dictadura militar.

Una inmensa movilización en distintos puntos del país, generó que el Congreso accione una ley en contra de ese fallo de la justicia.

Así, con los votos de Ricardo Lorenzetti, Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Elena Higton de Nolasco, el fallo fue revertido. Sólo el presidente de la corte, Carlos Rosenkrantz, mantuvo la posición a favor de que el 2×1 se pueda seguir utilizando para casos de lesa humanidad.

La polémica se había iniciado cuando el año pasado, la Corte había avalado ese beneficio en el caso del represor Luis Muiña.

Sin embargo, la justicia argentina continua en una línea permisiva para ablandar las condenas de los genocidas que participaron de secuestros, torturas y asesinatos durante la dictadura cívico militar.

Movilización en contra del 2×1. 

En ese sentido, hace unas semanas el Tribunal Oral Federal de La Plata había dictaminado la excarcelación de Rufino Batalla, al considerar que ya había cumplido las dos terceras partes de su pena.

Batalla había sido condenado por su actuación en el centro clandestino de detención y tortura La Cacha, en el cual alguno de los crímenes cometidos fue el de Laura Carlotto, la hija de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

La decisión de la Corte Suprema se da en medio de una nueva polémica en torno a los Derechos Humanos, luego de que el gobierno oficializara una resolución que habilita a las fuerzas de seguridad disparar a quemarropa en situaciones inéditas, como en “peligro de fuga” o incluso cuando el “sospechoso” pueda llevar armas falsas.