Alberto Fernández ya delinea su gabinete en caso de ganar en octubre y piensa en León Arslanián como ministro de Justicia y Martín Arias Duval como procurador, dos cargos muy sensibles para el próximo gobierno.

Abogado y ex juez, Arslanián tiene una relación de cercanía con el candidato del Frente de Todos, que le tiene reservado un lugar delicadísimo en la nueva etapa, en medio de las causas de corrupción que tienen muchos ex funcionarios kirchneristas.

Las miradas se posicionan en qué actitud tomará Alberto, que este sábado en una entrevista con Clarín se manifestó en contra de las prisiones preventivas, dio a entender que hay que liberar a Cristóbal López pero sugirió que quienes tienen condena como Amado Boudou y Julio de Vido seguirían presos. Fue particularmente duro con el ex ministro de Planificación a quien ubicó como el epicentro de la corrupción en la década kirchnerista.

«Las causas abiertas contra Cristina son causas absolutamente forzadas. Que han tenido solo la finalidad de involucrarla tal vez en hechos de otros, pero sí ella es absolutamente ajena a esos hechos», opinó.

Arias Duval es socio de Arslanián pero tiene también un vínculo muy estrecho con Florencio Randazzo y fue Director de Migraciones durante la gestión del ex ministro de Transporte.

El nexo no es un dato menor, ya que el candidato presidencial del Frente de Todos explora puentes con el ex funcionario de Cristina e incluso espera recibir su apoyo explícito antes de la elección de octubre.

En caso de ser nombrado procurador, el rol de Arias Duval también sería de máxima relevancia cuando empieza a correr la idea de acelerar una reforma judicial como en la Provincia, donde todas las investigaciones del fuero federal queden a cargo de los fiscales.

De prosperar, el fiscal instructor lograría en los hechos vaciar de poder a los magistrados. Como el fiscal responde al procurador y este último es nombrado por el Presidente, seria una forma de garantizarse el control sin echar a los jueces.