El titular de Hacienda comanda desde ahora a todos los funcionarios de Economía del Poder Ejecutivo. A esta altura, el maremoto financiero que provocó la estampida del dólar y el viaje relámpago al Fondo Monetario para pedir un salvavidas financiero, parecería ser un plan que cerró a la perfección y no un fracaso estrepitoso.
Nicolás Dujovne, uno de los ministros más cuestionados del gabinete de Mauricio Macri, evasor explícito y oscuro manejador de cuentas offshore en el exterior, será finalmente el superministro elegido por el Presidente para coordinar al equipo económico del Poder Ejecutivo.
El excolumnista de TN manejará virtualmente nada menos que nueve ministerios clave del Gobierno, ya que será coordinador de las carteras de Finanzas, Transporte, Trabajo, Interior, Producción, Agroindustria, Energía, Turismo y Modernización. Un combo explosivo.
La movida de Macri es un claro mensaje a Federico Sturzenegger, quien queda así arrinconado en el Banco Central y con las manos atadas a los designios del nuevo hombre fuerte de la Casa Rosada.
Ajustador de alma, Dujovne deberá encargarse entonces de manejar a medio gabinete nacional mientras sigue de cerca las discusiones en el Fondo Monetario sobre si se le otorga o no el salvavidas relleno de dólares que solicitó para salir del tembladeral en el que entró la Argentina días atrás.
La decisión de Macri (que fue tomada en largas conversaciones con Marcos Peña, mano ultraderecha del Presidente) deja colgando de un hilo a Luis Caputo, hasta ahora coequíper de Dujovne que perdió terreno en las últimas semanas y con esto recibe un tiro de gracia del que en los pasillos de Balcarce 50 no saben si saldrá airoso.
Según asegura el diario La Nación, las cuatro principales metas de Dujovne serán las siguientes:
Acelerar el recorte fiscal que en 2018. La nueva estimación será llegar a un déficit de 2,5% del PBI, 0,2% menos que lo anunciado hace tres semanas.
Cabe destacar que antes de la devaluación de mayo, era de 3,2%. En 2019 quieren llegar al 1,7%, pese a que la meta actual es 2,2%, tal como anticipó hoy el matutino.
La intención es lograr con el Fondo Monetario Internacional una línea de crédito stand by de acceso excepcional.
Impulsar el crecimiento económico, que apostaban a que fuera del 3,5% del PBI, antes de que la crisis cambiaria, la suba de tasas al 40% y la sequía, desplomara las expectativas en un 2%, casi la mitad.
Acercar a un 15% la inflación en 2018, según la meta anunciada.
La realidad es que, entre el tarifazo y la devaluación del 35%, ese objetivo parece inalcanzable. S
in embargo, pretenden “estar lo más cerca” para mantener serena a la población. Dujovne coordinará este objetivo con Sturzenegger, que tendrá libertad absoluta en política monetaria y cambiaria.
La ejecución presupuestaria estratégica, que siempre manejó Dujovne, pero que ahora tendrá el aval político de repartirla como le convenga al Gobierno.