La aplastante derrota del oficialismo en manos del Frente de Todos sorprendió a todos los espacios: desde los más optimistas hasta los más pesimistas. Pero el kirchnerismo no sólo le arrebató la victoria nacional a Juntos por el Cambio. Se impuso también en las provincias que gobierna, entre ellas, Buenos Aires, Mendoza, Jujuy y Corrientes.
Lo único que retuvo Mauricio Macri fue la Ciudad, con Horacio Rodríguez Larreta. La provincia de Buenos Aires era uno de los bastiones que Cambiemos creía tener cercada por la figura de la gobernadora María Eugenia Vidal, quien se puso al hombro la campaña y encabezó todos los actos sin el Presidente.
Sin embargo, el exministro de Economía Axel Kicillof alcanzó el 50,56% de los votos, con el 83% de las mesas escrutadas, que logró así una diferencia de 20 puntos por encima del oficialismo bonaerense.
Luego de varias derrotas provinciales, durante el mes de junio la provincia de Jujuy le había otorgado el primer triunfo del año con la reelección de Gerardo Morales.
Sin embargo, con el 79% de las mesas escrutadas, el Frente de Todos se imponía esta noche con el 46,11 en contraposición con el 29,11% de Cambiemos. Macri mandó a todo el mundo a dormír sin ningún dato del escrutinio
En la provincia de Mendoza, donde gobierna el presidente de la UCR Alfredo Cornejo, el espacio kirchnerista alcanzaba el 40,46% y por debajo se posicionaba el oficialismo con el 37,34%, en un total de 96,51% de las mesas escrutadas.
Algo similar ocurrió en Corrientes: Alberto Fernández se impuso con el 62,90% y Mauricio Macri sólo cosechó el 27,37%. Juntos por el Cambio sólo pudo conservar su histórico terreno: la ciudad de Buenos Aires.
El actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se encamina a la reelección al imponerse con el 44,55% frente al 33,16% que obtuvo el candidato opositor Matías Lammnes.
«Hemos tenido una mala elección y eso nos obliga a redoblar los esfuerzos para que en octubre continuemos con el cambio», fueron las primeras palabras del Presidente en el búnker de Costa Salguero, sin tener aún ningún dato oficial de los escrutinios provisorios, que habían sido prometidos desde las 21 por el propio oficialismo.