PRONÓSTICO EXTENDIDO

El dato: En el 80% de los municipios hubo cortes de boletas en contra de Capitanich

Compartir en mis redes:

Ese mandamiento quedó desdibujado en el último tiempo a causa del alto perfil del gobernador Jorge Capitanich, quien siempre afirmó en sus actos que recorrió cada localidad y cada paraje del Chaco. El gobernador confió durante sus gestiones en el liderazgo de los intendentes peronistas para continuar en el poder a fuerza de obra pública y programas de impacto en el interior. Era un mecanismo de conveniencias recíprocas, porque los jefes comunales también se beneficiaban de los elevados índices de imagen positiva del gobernador.

En ese camino, hubo intendentes que incluso cambiaron de color político y se alinearon con el gobernador, como Juan Carlos Plozzer de Colonia Popular, Judith Gómez de Los Frentones, y Manuel Suárez de Campo Largo. Los dos primeros exreferentes radicales; el último, del Frente Integrador.

Sin embargo, en las elecciones de este 2023 la realidad fue distinta. Ese instinto de supervivencia quedó demostrado en 53 de 66 municipios (80% de los distritos) en los que se votaron cargos comunales el último 17 de septiembre.

Y vale aclararlo, ya que unos pocos casos podrían haber sido tomados como hechos aislados, pero los números hablan por sí mismos.

Es que salvo en 13 municipios, todos los candidatos a intendentes del Frente Chaqueño tuvieron más votos que Capitanich, lo que habilita a pensar en un corte de boletas bastante generalizado a favor de los postulantes locales del oficialismo y en detrimento del mandatario provincial. Es decir, fue como si los caudillos territoriales hubieran priorizado salvarse a sí mismos antes que aportar a las candidaturas de alcance provincial, como la de gobernador y vice, o diputados.

Esos 13 municipios donde Capitanich obtuvo más votos que sus candidatos a intendente son Campo Largo, Colonia Aborigen, Colonia Benítez, Coronel du Graty, El Espinillo, La Escondida, La Tigra, Las Breñas, Miraflores, Pampa del Infierno, Presidencia Roca, Sáenz Peña y Villa Río Bermejito. Fueron las excepciones, es decir, los que cosecharon para ellos pero aún más para la boleta provincial.

En todos los demás la ecuación fue contraria, salvo en las tres localidades que desdoblaron sus elecciones para el 5 de noviembre: Makallé, Quitilipi y Resistencia; y en Villa Ángela, donde el Frente Chaqueño no tenía candidato.

Ahora bien, siguiendo con los datos que aporta la página de resultados de Ecom, se pueden destacar las tres localidades con mayor diferencia de votos entre el candidato a intendente del Frente Chaqueño y los votos obtenidos por Capitanich.

La primera es Barranqueras. Unos 4550 votos separan los obtenidos por Magda Ayala -quien fue reelecta- por sobre los del gobernador saliente. Como contexto, hubo varios audios que se viralizaron el domingo, atribuidos a Magda, bajando línea a sus referentes para que «no corten boleta» y que «den la boleta completa a los vecinos», como si intuyera que las preferencias electorales podían ser diferentes en una categoría y en otra.

Pero los resultados finales sorprendieron a propios y extraños. La diferencia de votos fue notoria.

La segunda en magnitud de la brecha entre categorías fue Juan José Castelli, donde la diferencia fue de 1729 votos entre el intendente Pío Sander -fue reelecto- y Capitanich.

También llamó la atención que eso haya ocurrido en las tierras de la actual vicegobernadora, Analía Rach Quiroga.

En tercer lugar quedó Charata, donde la intendenta Alejandra Campos recibió 1408 votos más que Capitanich.

Pero no le alcanzó y perdió el poder ante Rubén Rach, de Juntos por el Cambio, quien asumirá el 10 de diciembre en las tierras de María Luisa Chomiak, una de las elegidas por el gobernador saliente para representar al Chaco ante el Congreso de la Nación.

También en Tres IsletasCorzuela y Machagai hubo más de mil votos de diferencia entre el candidato coquista (Marcela DuarteRafael Carrara y Juan Manuel García, respectivamente) y Capitanich.

Si bien las localidades mencionadas están entre los distritos más poblados del Chaco, se podría analizar qué porcentaje de los votos que fueron a los candidatos del Frente Chaqueño no fueron a Capitanich, y de esta manera asociar ese número con el corte de boleta.

Aquí en primer lugar quedaría Gancedo, en donde Capitanich obtuvo 27% menos de votos que la -reelecta- intendenta Adriana Stacchiotti (1553 y 2138 votos, respectivamente).

El segundo puesto con este criterio de proporcionalidad se lo lleva Hermoso Campo, donde el gobernador saliente obtuvo 26% menos de votos que Diógenes Requena (1891 y 2582 respectivamente).

Y el tercer lugar, el ya mencionado caso de Barranqueras, donde Capitanich tuvo 22% menos de votos que Magda Ayala (15.410 y 19.960 sufragios, respectivamente).

Por nombrar otros casos, en Corzuela Capitanich obtuvo 21% menos de votos que Rafael Carrara; en San Bernardo20% menos de votos que Silvio Sotelo; y en Margarita Belén18% menos de votos que Javier Martínez.

Nunca se sabrá si primó el instinto de supervivencia, si no hubo fervor por la defensa de la causa coquista por parte de los intendentes, si existieron deslealtades o si simplemente fue mayor la cercanía que una franja de ciudadanos sintió hacia el candidato a jefe comunal del Frente Chaqueño que la percibida con Capitanich, o un poco de cada cosa.

Para los viejos lobos de la política, no se trata -de todos modos- de un fenómeno nuevo ni exclusivo de nuestra provincia.

Una vieja ley de la acción partidaria es que los intendentes siempre buscarán subirse primero a los botes disponibles si perciben que el barco se puede hundir.

En ese caso, reparten boletas combinadas, donde a su electorado le dan la posibilidad de reelegirlos, mientras que para la gobernación y las diputaciones dejan abierta a los electores la opción de apoyar a una fuerza política diferente si lo desean. Algo así como decir: «Si no van a votar a mi candidato a gobernador, por lo menos que me voten a mí».

También vale reconocer que a veces ni siquiera es una decisión de los intendentes (aunque en buena parte de las veces sí), sino de la dirigencia intermedia y de los punteros que, por diversos motivos, ponen por delante las conveniencias locales antes que la disputa mayor.

Algo así como decir: «Si no van a votar a mi candidato a gobernador, por lo menos que me voten a mí».

Está además la posibilidad, como se dijo, de que el corte de boletas haya sido espontáneo, decidido por el ciudadano en el cuarto oscuro y no por algún operador político.

Los que conocen de campañas y elecciones, sin embargo, dicen que eso sucede en una ínfima proporción, lejana a los guarismos que se pudieron ver el 17 de septiembre.

Fuente: (Diario Norte)