Elisa Carrió asistió al encuentro de la Mesa de Acción Política de Juntos por el Cambio posterior a la elección. Ya de por sí era una conversación difícil y cargada de derrota. Pero la dirigente eligió ese momento para tirar una bomba y luego se retiró temprano. «El año que viene no estaré más en política», fue la frase que utilizó Carrió ante los periodistas para anunciar su salida de la política. En concreto, la reemplazará el secretario general de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, en las reuniones en la mesa. En su entorno, aclararon que no quiere estar en el día a día, pero que tampoco eso implica que desaparecerá completamente de la escena. Seguirá yendo a los medios.
No es la primera vez que Carrió anuncia que se retira de la política. Nadie lleva la cuenta, pero tampoco es la segunda. En 2007, en uno de sus últimos reportajes con este diario, cuando perdió contra Cristina Fernández de Kirchner, anunció que se retiraba y que se iría «al mar». En 2016, sostuvo que a fin de año se retiraba, pero siempre encuentra algún motivo para seguir. En este caso, Carrió renunciaría también a su banca, para la que tiene mandato hasta 2021.
Carrió fue a la reunión con el presidente Mauricio Macri y los aliados radicales a despedirse. En la noche de la elección, tras anunciar una falsa victoria de Macri, había dicho que estaba asegurada la república porque «nadie podía hacer uso del poder».
Con este diagnóstico, Carrió decidió comunicar su salida del día a día del espacio político. «Mi misión política se acabó y seguramente el año que viene no voy a estar en la vida política. Me voy (antes) porque tengo compromisos familiares con mis hijos. Estoy tan feliz que es indescriptible. Ha terminado mi misión política que es que haya una república», sostuvo Carrió, quien hizo su lectura de cómo queda el escenario político y social: «Estamos bajo el imperio de esta Constitución, nadie la puede modificar porque no hay dos tercios, las fuerzas están equilibradas en el Parlamento y los jueces tienen a diez millones de personas que quieren justicia que se van a movilizar si pactan impunidad». Carrió fue al encuentro con su hijo, con el que se sacó una foto junto a Macri.
Algunos dirigentes cercanos encontraban allí la explicación de su retirada. «Siente que ya cumplió una misión y quiere hacer otra vida», aseguraban y decían que se va a dedicar a su familia. Otros interpretaban que era una retirada estratégica en medio de la transición: «Ella considera que la transición la tienen que conducir los moderados, y da un paso al costado. Ahora, ella no deja de ser ella: si hay alguna cuestión institucional, va a volver».