Sergio Massa está furioso con Martín Guzmán porque sigue demorando la actualización del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y amenaza con sacar una ley que obligue al ministro de Economía a aplicarla.
La polémica parecía haberse terminado cuando hace casi diez días desde el Ministerio de Economía avisaron que la actualización se adelantará «seis o siete meses».
Lo hicieron luego de que Massa se lo pidiera públicamente a Guzmán, y el ministro respondiera que se trataba de «una obviedad».
Pero pese a esa respuesta y al anuncio de que se adelantaría la actualización, el Ministerio de Economía todavía no movió fichas y el piso de Ganancias sigue sin cambios.
La versión instalada en las últimas horas es que Guzmán demorará la actualización hasta julio con el objetivo de que el pago del medio aguinaldo implique que más trabajadores queden alcanzados por el impuesto, con el único objetivo de no perder recaudación.
Esto generó un alerta en parte del oficialismo porque implicaría otro golpe a la base electoral propia y afectaría la única medida seria que tomó el Gobierno para enfrentar la pérdida de poder adquisitivo por la inflación: el adelantamiento de las paritarias.
Fuentes del Congreso revelaron que Massa está furioso con Guzmán por esta dilación y analiza sacar por ley la actualización del mínimo no imponible, lo que anticipa un nuevo chispazo interno en el Frente de Todos.
De acuerdo a las fuentes, el presidente de la Cámara de Diputados esperará al ministro de Economía esta semana y si no firma la actualización, la semana que viene avanzará con la ley.
En el Congreso manejan un informe técnico que revela que en marzo y abril «creció un 15 por ciento la cantidad de empleados retenidos en el impuesto a las ganancias». Esto implica que unos 110 mil nuevos trabajadores están pagando. El trabajo estima que, si no hay actualización, para fin de año podrían caer casi medio millón más de empleados.
La discusión se da en medio de una queja reiterada en el oficialismo por las demoras de Hacienda y la AFIP en implementar leyes sancionadas por el Congreso, especialmente las que implican alguna rebaja impositiva.
En el caso de Ganancias, el año pasado ya hubo una demora de tres meses y dos semanas en reglamentar la ley. Lo mismo sucedió con las leyes de zonas frías y de ahorro argentino, y también con la declaración de la emergencia hídrica. También recuerdan en el oficialismo que Guzmán quiso bloquear la ley para subir los mínimos de bienes personales.
Si Massa finalmente apuesta a imponerle a Guzmán por ley la actualización de Ganancias, no será la primera vez. El año pasado el tigrense tuvo que sacar una ley para corregir una medida de la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pot, que sorprendió a los monotributistas con la aplicación retroactiva de la recategorización.