El anuncio sobre la nueva fase de la cuarentena encabezado por el presidente Alberto Fernández también tuvo como protagonistas a representantes de tres de las provincias del interior que aún se mantienen en la fase 1 de aislamiento obligatorio, ya que tuvieron dificultades para frenar el contagio de coronavirus en las últimas semanas.
Uno de esos casos es el de Jujuy, que volvió a registrar casos después de tres meses sin contagios. Es por eso que el gobernador Gerardo Morales fue uno de los invitados a contar su experiencia vía teleconferencia en la reunión que se desarrolló en la Residencia de Olivos.
El radical admitió que la provincia está “en el ojo de la tormenta, en el momento más complicado del brote”. Jujuy fue una de las primeras jurisdicciones en flexibilizar actividades e, incluso, había llegado a anunciar el regreso de clases para el mes de junio, pero el rebrote complicó los planes.
De acuerdo a lo que explicó el gobernador, los 640 nuevos contagios que se registraron en el último mes tuvieron como origen el tránsito en la frontera entre La Quiaca y la boliviana ciudad de Villazón, habilitado para la importación de coca.
Así Jujuy debió volver a fase 1 al igual que gran parte del territorio de Chaco, que solo tiene al departamento de San Fernando en fase 5 por no registrar contagios.
El gobernador Jorge Capitanich fue otro de los que participó de la conferencia con el Presidente y anticipó que a partir de este sábado 18 de julio se pone en marcha un “plan de desescalada del aislamiento, con un plazo aproximado de 45 días y con un monitoreo cada 15 o 20 días, con mecanismos de flexibilización”.
El mandatario admitió que su gobierno «no pudo evitar las muertes como hubiésemos querido, muchas veces el egoísmo nos condiciona pero le pusimos el alma, garra y corazón” a la situación, remarcó.
También brindó un panorama la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras. La provincia patagónica se encuentra en fase 5, a excepción del departamento de General Roca, donde se regresó a la etapa inicial de la cuarentena por un aumento en los casos.
“Salvo General Roca, donde se producen la mayor cantidad de casos, la actividad está flexibilizada en el resto de la provincia», subrayó Carreras, que marcó que buena parte de la actividad económica ya se puso en marcha, a excepción del turismo, uno de los puntos fuertes de su mercado.
Además del AMBA y los casos de estas tres provincias, hay restricciones en la ciudad de Córdoba y en Comodoro Rivadavia, Chubut, con planes de ir flexibilizando conforme se ponga bajo control el aumento de casos de coronavirus. En el resto del país ya se pueden realizar la mayoría de las actividades económicas manteniendo el distanciamiento social, reuniones sociales de hasta 10 personas, y la novedad de que en nueve provincias habrá un regreso escalonado a las clases presenciales, al término de las vacaciones de invierno que comienzan el próximo lunes.
De acuerdo al nivel de contagio en cada distrito, los gobiernos provinciales fueron flexibilizando distintas actividades y es así como, por ejemplo, Tucumán retomará el turismo interno, uno de los principales sostenes de su economía. Será con un permiso especial que solo será otorgado a los tucumanos, pero constituye un primer paso hacia la normalización de la actividad.
En tanto, en Neuquén se habilitó la apertura de shoppings y grandes superficies comerciales, con un protocolo que va a establecer la circulación de una persona cada 16 metros cuadrados, con no más de 40 personas en 600 metros cuadrados. Con solo 56 casos acumulados confirmados, la provincia de Catamarca también decidió abrir los comercios, en una nueva fase de “convivencia social responsable”. Una de las preocupaciones en todo el país es el festejo del Día del Amigo previsto para el próximo lunes.
En línea con las restricciones con el rebrote, Morales dictó un decreto para “prohibir” las juntadas con ese motivo, ante potenciales focos de contagio por reuniones de personas en recintos cerrados.