La primera hora y media del discurso del presidente Alberto Fernández mantuvo un mismo tono de repaso de lo que fueron sus tres años de gestión hasta que tocó, uno atrás de otro, una serie de tópicos que apuntaban directamente contra la oposición. La alusión a los fondos coparticipables y la denuncia del manejo espurio del Poder Judicial desató la furia de varios diputados de Juntos por el Cambio.
El diputado del PRO, Fernando Iglesias, que hasta ese momento había estado de espaldas al Presidente y usando el celular, dio vuelta su silla y lanzó varios insultos a Fernández. Al mismo tiempo los legisladores opositores que tienen bancas por la Ciudad de Buenos Aires se levantaron y se fueron.
«La Corte aseguró una cautelar a la Ciudad de Buenos Aires y le dio recursos coparticipables que no le corresponden y al hacerlo contrarió la ley de Coparticipación vigente. La Corte le quita dinero a los que más tienen y destina esos recursos a la ciudad más opulenta de la patria», fueron las palabras de Fernández que desataron la ira de los amarillos.
Minutos antes se podían ver intensos diálogos y gestos entre Paula Olivetto, Karina Banfi y Cristian Ritondo, a los que a veces se sumó Federico Angellini, del PRO de Santa Fe, y Mario Negri (UCR).
También desde el fondo el diputado del PRO por Mendoza, Álvaro Martínez, empezó cánticos al grito de «chau, chau, chau», con movimiento de manos, que llegaron hasta Fernández. En ese momento, los cinco diputados de Evolución de CABA, Martín Tetaz, Emiliano Yacobitti, Carla Carrizo y Martín Lousteau se levantaron y se fueron. También lo hizo el diputado de la Libertad Avanza, Javier Milei, y Graciela Ocaña.
«El Presidente en este tipo de actos hace un balance y una proyección de qué va a presentar en el Congreso; prácticamente no anunció ningún proyecto si no que pidió tratamiento de algunos que ya estaban. La lectura es que este Presidente ya terminó y se está despidiendo y hace un balance de su gestión. Un balance que termina con una posición muy agresiva primero la Corte y segundo contra la Ciudad de Buenos Aires, ese ataque no se puede permitir y por eso nos retiramos», explicó Tetaz a El Destape.
A título personal, el diputado de CABA anticipó que con el inicio de la nueva legislatura podría cambiar la estrategia de bloqueo que mantiene la oposición y que hizo casi imposible que el oficialismo pueda sesionar.
«Yo entiendo que la estrategia en la medida que la agenda incluya los temas que nos interesa tratar, como la reforma de monotributo, la ley de Alquileres, seguro vamos a estar dispuestos a ir a las sesiones, siempre que no estén los proyectos con los que el Gobierno quiere pasar por encima de la justica», explicó Tetaz y agregó: «Igual vamos a ver que opinión se toma de manera conjunta».
El último de los opositores en irse del recinto antes de tiempo fue Iglesias después e insultar al Presidente. Le dijo «sinvergüenza», lo «mandó» a estudiar derecho y dijo que las provincias del interior «están como están porque las gobierna el peronismo». El Presidente lo cruzó Presidente y le dijo: «Es un honor que usted me insulte, Iglesias, me enorgullece», le respondió.
Ritondo, que fue otro de los que protagonizó los gritos, opinó que el «Presidente está muy alejado de la realidad, lo que hizo con la Corte es una barbaridad absoluta». En el mismo tono el diputado nacional de JxC por la provincia de Buenos Aires, Fabio Quetglas, opinó que se trató de un «discurso beligerante«.
«En vez de conciliar con la Nación, la mirada y las políticas públicas, pretendió congraciarse con el núcleo duro del Kirchnerismo, haciendo guiños en el marco del proceso electoral».
Las agresiones de la oposición siguieron hasta el final del discurso, cuando el Presidente mencionó el caso de Belén, una joven de 35 que después de haber sufrido violencia de género consiguió empleo gracias a un programa del ministerio de Desarrollo Social que pudo financiarlo con el aporte a las grandes fortunas que aprobó el Congreso. «¡Ohhhhhhh!», se escuchó abuchear a la oposición.
Por último, dedicó unas líneas al aniversario n° 40 del regreso de la democracia e invitó a «dar vuelta la página al tremendismo». «Quiero invitarlos a un compromiso con la patria, a cada funcionario, legislador, miembros del Estado y ciudadanos. Es hora de dejar de lado las mezquindades, quiero invitarlos a un compromiso de trabajo serio», concluyó. Al término de la sesión, desde el FdT dijeron a este portal que esa invitación del Presidente no fue el clave de interna.
También evaluaron que la oposición quedó expuesta «como lo que es», en su agresividad, mientras que el oficialismo no reaccionó a las provocaciones aunque destacaron la presencia de los miembros de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, y Carlos Rosenkrantz. «Llegaron casi con el Presidente, no querían quedar sobreexpuestos en ese momento inicial, decidieron venir y fue lo correcto», opinaron desde el Frente de Todos.