Hugo “Chachorro” Godoy, secretario general de la Central de los Trabajadores Autonoma y de la Asociación de los Trabajadores del Estado, no ofrece demasiadas vueltas ante los principales temas de la coyuntura sindical: las expectativas que ofrece Kelly Olmos al frente del ministerio de Trabajo, el escenario paritario y las razones que llevan a una parte del sindicalismo a marchar a Plaza de Mayo.
En primer lugar, ante el portal «El Destape», habló de los antecedes de la funcionaria bajo la gestión Carlos Menem, un ítem del CV que también cuestionó Pablo Moyano, triunviro de la CGT.
«Sus antecedentes no nos ayudan. Fue secretaria del ex ministro del Interior Carlos Corach, pero toda la gente puede cambiar», indicó. Pero también comentó que la ministra «tiene escasa experiencia en las cuestiones sindicales y laborales, quizás sin que uno sepa haya aprendido algo de eso».
El dirigente reconoció que «si no se cambia el esquema, más allá de del cambio de personas no vamos a ver avances que mejoren las condiciones de vida de nuestro pueblo». Por otro lado, ante la consulta, se mostró preocupado por el avance de la inflación y unas paritarias que corren por detrás de la suba de precios.
“Los reclamos de los trabajadores por aumentos son legítimos y tenemos la situación de los sectores precarizados que se mueven por el salario mínimo vital y móvil. Hay un tema que va a estar en discusión para que se eleve porque es muy bajo. Y se va a reavivar la discusión del salario básico universal ya que crece el hambre y la indigencia”, añadió.
Para Godoy, es inadmisible que en este contexto económico existan unas ganancias de grupos empresarios “desproporcionadas” ante la caída de ingresos. En sus palabras, esto tiene dos implicancias: “aumentan las ganancias y se reduce el costo laboral, al mismo tiempo crece la indigencia así que es una sociedad cada vez más inequitativa”.
Por eso, le reclama al Gobierno “instrumentos” para que permitan reparar esto y que no continúe por la senda que estableció el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Además, piensa que la paciencia de la sociedad no es infinita ya que ve reclamos e insatisfacción, con un escenario electoral que puede potenciar solicitudes.
“La gente el año pasado no fue a votar, el Gobierno perdió 5 millones de votos. Hay un desencanto y bronca, que se están expresando. El segundo semestre mostró más medidas de fuerza y reclamos, que va a crecer, no tengo dudas”, indicó.
Consultado por el fenómeno Alejandro Crespo, el referente del gremio de neumáticos que protagonizó una negociación dura ante empresarios y la cartera laboral, Godoy reflexionó: “Las empresas tuvieron ganancias extraordinarias y querían que los trabajadores se rindan. El conflicto, con paciencia, se terminó resolviendo para el gremio tras una actitud de los ejecutivos que tuvieron el amparo del Gobierno, de manera inadmisible. Por suerte, cambió y hubo triunfo de los trabajadores”.
Y habló de la necesidad de que el movimiento obrero empiece a dialogar, con una prueba de cara al 17 de octubre que tendrá en Plaza de Mayo a sectores del gremialismo críticos: “Nos estamos empezando a juntar, vamos a unificar un homenaje por lo que significa esa fecha y también por la necesidad de construir una Argentina con soberanía y justicia social”, aseveró el sindicalista.