Mauricio Macri logró acordar un pacto fiscal con los gobernadores y el reparto del Fondo del Conurbano, tras una ardua negociación con los mandatarios que se terminó de encausar tras una imprevista visita del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a la cumbre del CFI.
El único aspecto pendiente, fue el retiro de los juicios cruzados entre gobierno y provincia que hay en la Corte Suprema. Algunos gobernadores no quieren retirar las demandas porque temen enfrentar un juicio político por el perjuicio económico para la provincia que implica renunciar a un hipotético crédito judicial, sin contar al menos con una ley de las legislaturas locales que respalden la decisión.
Aunque en realidad, actores al tanto de las negociaciones, explicaron a LPO que ese argumento no es más que una excusa para ocultar un pedido de más fondos a la Nación. «Si Macri pone 15 mil millones más para las provincias levantamos los juicios», le dijo a LPO un gobernador peronista.
El acuerdo al que se arribó este miércoles incluyó un capítulo trascendental: la recomposición del Fondo del Conurbano para la provincia de Buenos Aires, con fondos que aportará la Nación, luego que se elimine el artículo 104 de la ley del impuesto a las ganancias que discriminaba al territorio que gobierna María Eugenia Vidal, que con este resultado se anota un triunfo de magnitud histórica. De esta manera, la provincia de Buenos Aires recibirá como compensación 40 mil millones de pesos en 2018 y 65 mil millones en 2019.
Se acordó además destinar a la Anses el cien por ciento del impuesto al cheque, para tratar de empezar a enderezar el monumental déficit del organismo previsional que está metiendo en déficit a todo el país. La contracara de esta decisión es que parece que ese impuesto distorsivo ahora sí llegó para quedarse.
También se acordó incluir en el acuerdo el financiamiento a los déficit de las 13 cajas previsionales no transferidas a la Nación, un reclamo incluido en la ley de reparación histórica que según los gobernadores no se cumplió como se esperaba.
Como contraprestación, los gobernadores aceptaron empezar a recorrer un camino de paulatina reducción de los impuestos de ingresos brutos y sellos, aunque esta noche todavía no había trascendido la letra chica de ese entendimiento que podría atender distintas velocidades y magnitudes según la provincia.
Ese y otros detalles se terminarán de cerrar este jueves por la mañana, cuando Frigerio los reciba en el Ministerio del Interior con la idea de darle las puntadas finales antes del mediodía, cuando los gobernadores se sacarían la foto con Macri, que se anota así un gran éxito político que acaso coincida con otro anuncio resonante: El acuerdo alcanzado con la CGT para enviar al Congreso un proyecto de reforma laboral.
La reunión
El ministro del Interior irrumpió de sorpresa con sus colaboradores cerca de las 15, más de tres horas después de que comenzara la reunión. También participó el vice de Economía, Rodrigo Pena. El ministro del Interior se retiró pasada las 18 y anunció que habían llegado a un acuerdo en varios puntos. Fue cauteloso como los gobernadores, que no quisieron brindar detalles on the record sobre los avances de la negociación.
«Los más difíciles fueron los de Cambiemos, nosotros parecíamos los oficialistas», aseguró en off uno de los gobernadores peronistas presentes. En ese sentido, quienes se mostraron más duros fueron los radicales Alfredo Cornejo y Ricardo Colombi, que al final de la reunión ablandaron sus posturas. «Mañana firman primero, como buenos radicales», bromeó un gobernador peronista.
Uno de los gobernadores aseguró que «en principio» se caerá la iniciativa del Gobierno para que las provincias desistan de sus juicios contra el Estado, que fue la traba mayor de la reunión. Otro de los mandatarios peronistas aseguró a este medio que podrían llegar a un acuerdo para retirar las demandas si Macri acepta pagar 15 mil millones de pesos más para repartir entre las provincias.
Si se llegase a un acuerdo al menos parcial por este tema, los gobernadores deberán enviar cada uno un proyecto a las respectivas legislaturas provinciales, ya que ninguno quiere ser víctima de un juicio político por dañar a su provincia, explicó un gobernador.
Otro de los temas que se habló fue el de la reforma de las jubilaciones, el nudo de la negociación con las provincias que le representaría al Estado un ahorro de 110 mil millones de pesos. El propio Macri resaltó este proyecto la semana pasada, cuando reunió a los gobernadores en la Rosada.
El Gobierno propone cambiar la fórmula previsional y atarla la actualización a la evolución de la inflación y no en base a la fórmula actual que combina distintos índices. Una modificación que según la oposición representará en los hechos una rebaja de las jubilaciones en torno al diez por ciento. «Vamos a buscar una fórmula que nos sirva a todos», dijo uno de los gobernadores y aseguró que seguirán trabajando mañana en ese tema.