Con una chicana inesperada, la diputada Elisa Carrió le enrostró al radicalismo el rol que el ala macrista del Gobierno le asigna en la alianza Cambiemos. Enfatizó que “los radicales van a hacer lo que nosotros digamos” y se jactó de ser ella quien mueve los hilos de la alianza gobernante: “Tienen que reconocer que están con una ex miembro que los maneja desde afuera. Es divino”, puntualizó.
Los dichos de Carrió, que despertará más de una respuesta de sus socios en el poder, tuvieron lugar durante el Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos, desarrollado en la ciudad de Paraná.
Allí, la diputada hizo hincapié en su voluntad de no disputar cargos en el Poder Ejecutivo pero se jactó de su grado de influencia en la Casa Rosada.
“Yo no tengo interés en ningún cargo. En consecuencia, la alianza está asegurada y los radicales van a hacer lo que nosotros digamos”, lanzó por primera vez. Y ante la risa de la platea que la escuchaba, disparó: “Al final, los radicales tienen que reconocer que están con una ex miembro que los maneja desde afuera. Es divino”.
Carrió no solamente chicaneó de esa manera al principal partido socio del PRO en Cambiemos, sino que además los calificó de “misóginos”.
Es que la paradoja de que una ex integrante de esa fuerza policía sea quien ahora tenga un alto poder de influencia sobre el Gobierno es una suerte de castigo divino por el rol que ella ocupó durante su militancia, allá cuando militaba en Chaco.
“Nos mandaban a las convenciones a servir empanadas y ahora los manejo yo desde afuera”, disparó por segunda vez. “Es el mayor castigo por misóginos”, aleccionó.
“Si gana Macri, gana la República y gano yo. Y yo no quiero cargos. Y nadie puede vencer al que no quiere nada”, dijo y descartó su interés en dirimir candidaturas en primarias.
“Si yo tuviera interés habría una interna”, señaló. Pero como según ella no la hay, “la alianza está asegurada y los radicales van a hacer lo que nosotros digamos. ¿No es así Benedeti?”, le preguntó con sorna a su compañero de bancada.