La manifestación de policías de la Bonaerense frente a la Quinta de Olivos generó el repudio de varios dirigentes del arco político, entre ellos algunos referentes de la UCR, frente a un marcado silencio de los líderes del PRO y la Coalición Cívica, como el ex presidente Mauricio Macri, la ex gobernadora María Eugenia Vidal, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la exdiputada Elisa Carrió.
Desde los sectores cercanos al oficialismo la reacción generó un comunicado de la CGT en la que se condena «el exceso en el legítimo reclamo» y advierte que la protesta «se transformó con el paso de las horas en una amenaza real al normal funcionamiento del Estado».
Por otra parte, Juan Grabois, referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), convocó a través de las redes a una marcha de velas, con distanciamiento social, hacia la Quinta de Olivos, a las 20, bajo la consigna «Paz y Democracia».
Más temprano, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, había señalado que no «es ético aprovechar la pandemia para profundizar las crisis» y aseguró que «el gobierno nacional no se va a hacer el distraído. Los problemas se resuelven hablando frontalmente y con sensatez». Al igual que lo había hecho más temprano el presidente, Alberto Fernández.
Desde la oposición, aunque no hubo un comunicado de Juntos por el Cambio, el radical y jefe del bloque en la Cámara baja, Mario Negri, sostuvo que «un reclamo laboral de quienes deben trabajar por la seguridad de los argentinos es legítimo, pero es inaceptable que su canal de expresión sea una manifestación de los uniformados ante la Quinta de Olivos. No se puede poner en jaque las instituciones democráticas de ese modo».
El bloque de la UCR en Diputados emitió primero un comunicado en el que reivindicaba la protesta sin condenar la presencia de los policías en Olivos y horas después replicó las voces de los legisladores y referentes partidarios que salieron a condenar el trastocamiento de la protesta, entre ellos Fabio Quetglas, Emiliano Yacobitti, Dolores Martínez y Luis Petri.
Facundo Suárez Lastra fue otro de los legisladores radicales que condenó la actitud de la policía: «La quinta de Olivos no es el lugar donde el personal de la policía de la Provincia de Buenos Aires debe hacer sus reclamos. Este accionar genera incertidumbre y preocupación. No es el momento, el lugar ni el modo».
Entre las primera voces que comenzaron a sonar desde la oposición fue la del diputado de la Coalición Cívica Fernando Iglesias, quien escribió: «A favor de las legítimas reivindicaciones de la Policía Bonaerense En contra del reclamo frente a la Quinta de Olivos. No es el lugar».
Luego del posteo se trenzó en peleas con sus propios seguidores y continuó denostando al gobierno actual.
Por su parte, el bloque de Diputados del Frente de Todos emitió un comunicado en el que le recordó a los policías que sostienen la protesta que «el legítimo reclamo salarial de las fuerzas policiales de la Provincia, luego de la desastrosa gestión económica del gobierno de Mauricio Macri, fue escuchado por el gobierno nacional y el provincial, que inmediatamente se pusieron a disposición para dialogar y dar soluciones».
Por fuera del ámbito parlamentario, el referente radical y ex juez del Juicio a las Juntas, Ricardo Gil Lavedra señaló: «Es absolutamente inaceptable la reunión de policías armados frente a la quinta de olivos, reclamando mejoras. Deben cesar de inmediato en esa actitud que atenta contra los poderes públicos y el orden constitucional».