La senadora chaqueña María Inés Pilatti Vergara tomó la palabra en el debate de la Cámara Alta por los allanamientos a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y atacó contra el juez federal Claudio Bonadío, contra diputados de Cambiemos y tildó la situación como “una puesta en escena”.

“Autorizar el allanamiento del domicilio y oficinas es una forma de desafuero y, si no lo es, dada las características de este no juez –por Claudio Bonadío-, es como poner una gilet en las manos de un mono”, expresó Pilatti Vergara.

“Es extremadamente peligroso para la seguridad jurídica, para el estado de derecho y las mínimas garantías consitucionales”, continuó.

La legisladora chaqueña indicó también que “no podemos pecar de inocentes, máxime cuando tenemos casos muy groseros que involucran a otros senadores y senadoras de este mismo cuerpo en que en ningún momento tuvieron ni por cerca la preocupación por la honorabilidad, la anti corrupción y la transparencia con la que se llenan la boca en el caso de la senadora Fernández de Kirchner”.

Recordó también el pedido de desafuero de Aída Ayala en la Cámara de Diputados en el marco de la causa conocida como Lavado II y expresó que “supongo que por más que el senado sea un cuerpo distinto al de diputados, quienes conformamos los distintos bloques, tenemos criterios en base a una ideología compartida de lucha militante de años, similares a nuestros pares de nuestra Cámara de Diputados, como los que integran el bloque de Cambiemos. Bueno, señores, hace meses que en Diputados se pide el desafuero de la diputada por la provincia del Chaco Aída Ayala y no solamente que se escudan en un auto fundado, quieren ver el expediente judicial para ver si el juez lo está pidiendo con razón o no”.

“Si ante todas estas evidencias ustedes siguen manifestando que acá no hay arbitrariedad, no hay persecución política, que no hay otros objetivos distintos y muy alejados a llegar a la verdad y hacer justicia, creo que a más de uno nos están tomando por tontos”, continuó.

Señaló también que “no haber aceptado los extremos de garantías procesales que pidió la senadora CFK no hace otra cosa que demostrar el real objetivo de esta puesta en escena que es el show, el circo al que nos tienen acostumbrado este acurdo de voluntades entre el poder político gobernante, la justicia y la mayor parte de los medios de comunicación”.