PRONÓSTICO EXTENDIDO

Barcelona-Real Madrid: por la violencia, otro gran clásico del fútbol mundial podría mudarse al Santiago Bernabéu

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Los incidentes en Cataluña alteraron los planes del derby español y hay todo tipo de pedidos y negociaciones.

La Liga, organizadora del campeonato de fútbol de Primera División en España, pidió hoy que el superclásico previsto para el sábado 26 entre el Barcelona y el Real Madrid en el estadio Camp Nou de la ciudad condal se traslade al Santiago Bernabéu, en Madrid, ante la escalada de las protestas secesionistas.

La Federación Española de Fútbol, que es la competente en cuanto a la modificación del calendario, hizo público un comunicado en el que asegura que trasladó el pedido de La Liga a ambos clubes, que deben presentar sus alegaciones, antes de que se tome una decisión.

En su solicitud, el presidente de La Liga, Javier Tebas, argumenta «causas de fuerza mayor contemplada en el reglamento de la Federación Española» y a «la inseguridad» que se vive en la capital catalana desde que se divulgara la sentencia contra los líderes del fallido proceso de secesión catalán de 2017, condenados a entre 9 y 13 años de prisión.

El 26 de octubre, fecha del primera clásico de esta temporada, está convocada una gran movilización en Barcelona y se teme que se produzcan disturbios o se lleve a cabo alguna acción durante el clásico, aprovechando la repercusión internacional que tiene el evento deportivo, que cada año cuenta con millones de espectadores alrededor del mundo.

El pasado 3 de octubre, durante el partido de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y el Inter de Milan, un grupo de independentistas colgó en una de las gradas del Camp Nou una polémica pancarta en inglés con el lema «Only dictatorships rail peaceful political leaders» (Solo las dictaduras encarcelan a líderes políticos pacíficos).

Esta acusación directa a España se refería a los 9 políticos y líderes sociales independentistas condenados el lunes último a un total de casi 100 años de prisión por un delito de sedición por su papel en el intento fallido de ruptura que tuvo lugar en octubre de 2017.

Tras hacerse pública la sentencia, el FC Barcelona emitió un comunicado de rechazo, en el que reclamó la puesta en libertad de los líderes secesionistas y al «diálogo político» y advirtió que las penas de prisión «no ayudan» a resolver el conflicto.

La actual directiva del Barcelona, una institución clave para la sociedad catalana, cuyo lema es «Més que un club» (Más que un club), está alineada desde hace muchos años con el movimiento independentista, especialmente desde la presidencia de Joan Laporta (2003-2010).

Sin embargo, durante años también le hizo el juego al régimen franquista. Prueba de ello es que tardó 44 años -el pasado 6 de octubre- en tomar la decisión histórica de retirar las medallas honoríficas que había concedido al dictador.