Los estatales de la provincia de Buenos Aires salieron a reclamar a Axel Kicillof el aumento salarial de $4000 que Alberto Fernández dispuso vía decreto para el sector privado. Sin embargo, en La Plata se niegan a lanzar definiciones hasta tanto no avance la ley impositiva.
El secretario general de ATE provincia, Oscar de Isasi, pidió que «dada la angustiosa situación que atraviesan», el aumento salarial también debe ser otorgado a los trabajadores del Estado bonaerense.
El viernes, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, explicó los alcances de un decreto firmado el Presidente en el que fija un aumento para los trabajadores privados de $4000 que se integra en dos tramos.
La primera se abonará con el salario de enero, por $3000, y la segunda, en febrero, suma $1000 a esa cifra y fija un «piso» para las futuras negociaciones partitarias. Ese aumento también incluye a los trabajadores estatales del orden nacional.
La ministra de Trabajo bonaerense, Mara Ruiz Malec, puso paños fríos al reclamo. «Estamos en diálogo permanente. Los gremios, sin claudicar en su reclamo, entendieron que necesitamos un piso de partida. No podemos inventar dinero que no tenemos», aseguró a 0223 Radio.
Además, agregó que esperan novedades respecto de la ley impositiva y un escenario más claro respecto de la deuda de la provincia, un tema que se viene conversando con la Casa Rosada.
En tanto, a través de la agencia estatal Télam, una fuente no identificada del gobierno de Kicillof dijo que la provincia «no está hoy en condiciones de comprometerse a pagar» a sus trabajadores ese plus salarial.
La fuente sostiene que esa imposibilidad se debe a la «difícil situación financiera» de la provincia y agrega que -en referencia a la ley impositiva- que «cuanto menos posibilidad de recauda haya, menos opciones habrá de poder afrontar» ese plus salarial.
«Estamos viendo de dónde puede salir esa partida de dinero. Estamos buscando opciones antes de convocar a una mesa de diálogo a docentes y estatales», agregó.
Entre los estatales nacionales, se definió que la medida alcanzará sólo a aquellos trabajadores que perciban un salario inferior a los $60.000, por lo que el plus alcanzaría a unos 180.000 trabajadores.
La presión sobre el gobierno bonaerense se da en el marco de una negociación subterranea por cargos en direcciones e institutos que son parte de la estructura del ministerio de Trabajo.
Dentro del complejo arco sindical bonaerense, el Gobernador parece inclinarse por los estatales de ATE y los docentes de Suteba como aliados para conseguir los votos y poder cerrar las negociaciones paritarias.
La alianza con ATE puede significar un giro en la negociación salarial con los trabajadores estatales. Es que los gobiernos de Daniel Scioli y María Eugenia Vidal se apoyaron en UPCN y la Federación de Gremios Estatales (Fegeppba) para cerrar los acuerdos. Por el contrario, ATE rechazó todas las ofertas planteadas durante los ochos años de Scioli y los cuatro de Vidal.