Un grupo especializado de Naciones Unidas consideró «arbitraria» la detención de Milagro Sala y pidió al «Gobierno de la Argentina» la liberación «inmediata» de la líder de la organización Tupac Amaru, y de esta manera le causa a Mauricio Macri un desgaste internacional que no estaba en los planes de sus asesores.
Según informó Amnistía Internacional, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU juzgó que la dirigente social, detenida en Jujuy desde el 16 de enero pasado, fue objeto de «un entramado de acusaciones consecutivas e inicios de causas judiciales para sostener su privación de libertad de manera indefinida en el tiempo».
La conclusión de la entidad dependiente de Naciones Unidas respondió a una presentación realizada en febrero pasado Amnistía Internacional, el CELS y ANDHES a favor de Sala. La dependencia que funciona bajo la órbita de las Naciones Unidas interpretó que «no existen elementos legales para justificar» la «prisión preventiva» de la dirigente jujeña ya que, a su criterio, «no se demostró que existen riesgo de fuga o de entorpecimiento de la investigación».
A su vez, consideró que «el Estado impidió el ejercicio del derecho de defensa de Sala por la falta de precisión y claridad de los hechos que se le imputan y por no informarle adecuadamente los delitos por los que es acusada».
«También entendió que Milagro Sala por su condición de parlamentaria del Mercosur contaba con fueros que impedían su detención», añade el comunicado de prensa. La entidad de la ONU señaló que «el Estado argentino tiene la responsabilidad de cumplir con las medidas determinadas por el Grupo de trabajo» y pidió que este tipo de situaciones «no vuelvan a repetirse».
Desgaste
Sala enfrenta una causa por el supuesto desvío de fondos millonarios destinados a obras públicas. Sin embargo, en enero fue detenida por el delito de “sedición”, que para los organismos mundiales de Derechos Humanos es muy difícil de tipificar y suele atribuirse a regímenes autoritarios.
Por otro lado, la dirigente de la Tupac Amaru fue detenida en medio de una manifestación, por lo que los organismos creen que fue violada su libertad de expresión y de reunión. El motivo de la detención inicial fue tan débil que por eso debió ser excarcelada, aunque Sala no pudo quedar en libertad porque le llovieron otras seis denuncias penales.
Chicana por Malcorra«Esperamos que la decisión del organismo sea evaluada por el gobierno nacional en su justa magnitud, teniendo en cuenta que el presidente promovió a su canciller, Susana Malcorra, como candidata a la Secretaría General de la ONU», dijeron desde el bloque del FPV que preside Héctor Recalde.
Expertos en la materia explicaron a LPO que este procedimiento tiene las características típicas que configuran un caso de preso político, que “huele a persecución”.
Rápido de reflejos, el titular del Cels, Horacio Verbitsky, consignó que la decisión de este Grupo de Trabajo es similar a una disposición emitida sobre el caso Leopoldo López, el dirigente opositor venezolano que desde hace más de dos años se encuentra detenido en el país caribeño y es considerado un mártir para Cambiemos. De hecho la mujer de López, Lilian Tintori, estuvo en el búnker de Macri el día que ganó el ballotage presidencial.
La reacción del Gobierno fue mala: el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, aseguró que la opinión de la ONU «no es vinculante” y que el Gobierno estaba estudiando el pedido de la ONU. Con su sola respuesta, Avruj hizo cargo al Estado nacional de un tema que supuestamente está en manos del gobierno jujeño. Además, utilizó los mismos argumentos que el venezolano Nicolás Maduro al dejar el caso en manos de la Justicia: “Lo charlaremos con la Justicia que es el ámbito que tiene que contestar”, indicó el secretario.
Y si bien el pedido de la ONU no es vinculante, Argentina como partee integrante del organismo internacional votó la creación del Grupo de Tareas y por ende está supeditado a sus mandatos.
Según señalaron a LPO fuentes del Gobierno, Macri ya había sido advertido de que tendría un conflicto en la ONU y algunos de sus funcionarios le pedían que liberara a Sala antes de que el tema escalara como este viernes.
En estos casos el organismo suele seguir el caso hasta convertirlo en internacional, lo que genera un desgaste en el gobierno tal como le sucedió a Maduro con el caso López.
Para colmo, el presidente está en la encrucijada de ordenarle a Morales la liberación de la dirigente: el gobernador difícilmente quiera dar el brazo a torcer –ver recuadro- puesto que en contraste con lo que ocurre a nivel internacional, sube en las encuestas de su provincia cada día que suma Sala en la cárcel.