Secheep difundió este lunes un informe que realiza un balance los primeros seis meses de su «Plan Tolerancia Cero», dirigido a detectar y anular conexiones clandestinas a la red eléctrica estatal. Según las autoridades de la empresa energética provincial, gracias a los operativos ya regularizaron su situación 3500 domicilios -hablando solamente del Gran Resistencia y zonas próximas, no del interior- que estaban «colgados» del sistema y no pagaban un peso por sus consumos. Con ese logro, la compañía ya logró recuperar ingresos por unos 60 millones de pesos.
El plan contra los «colgados» arrancó en marzo, cuando fue anunciado por el gobernador Leandro Zdero junto con la conducción de Secheep, que encabeza el presidente de la empresa, Hilario Bistoletti. «Se concretaron cientos de procedimientos y decenas de operativos en diferentes zonas y barrios», dice el reporte.
MÁS PROCEDIMIENTOS
Secheep comunicó que desde agosto pasado triplicó la cantidad de procedimientos y de cuadrillas en el área metropolitana del Gran Resistencia. Desde su puesta en marcha, el plan antifraude ya alcanzó a más de 60 barrios y zonas de la ciudad y localidades aledañas. Además, se visitaron más de 190 locales comerciales. En varios casos, las conexiones irregulares fueron detectadas gracias a la colaboración de vecinos que en forma anónima denunciaron a los «colgados».
En ese marco, desde el Departamento Comercial de la compañía se informó que ya son casi 3500 los nuevos suministros domiciliarios dados de alta en lo que va de 2024. «Algunos son clientes nuevos, y otros son domicilios que estaban conectados en forma irregular y que ahora se incorporaron formalmente a la red de clientes de Secheep», dice el informe.
Es importante destacar que, además del trabajo en territorio, desde la Gerencia del Área Metropolitana informaron que son miles los vecinos (con jornadas de hasta 600 personas por día) que se acercaron a las oficinas de atención al público o se contactaron vía online para informarse y/o regularizar su situación.
Las autoridades resaltaron que combatir las conexiones eléctricas irregulares no solo permite regularizar el suministro eléctrico, sino que también garantiza la seguridad y la calidad del servicio, ya que una instalación precaria o ilegal pone en peligro la red energética comunitaria y a cada hogar involucrado, con peligro concreto de daños por electrocución.
«Las conexiones irregulares representan una amenaza tanto para la seguridad de las personas como para la estabilidad del sistema eléctrico. Estas conexiones no solo ponen en riesgo la vida de quienes las realizan, sino que también afectan la calidad del servicio para los clientes legítimos, generando pérdidas económicas significativas para la empresa y la comunidad en su conjunto», había dicho el presidente de Secheep, Hilario Bistoletti, al participar en el anuncio del Plan Tolerancia Cero, a fines de febrero.
El año pasado diferentes estimaciones hablaban de 50.000 a 70.000 conexiones clandestinas en toda la provincia, que además de perjudicar la calidad del servicio recargan el sostenimiento del servicio en los usuarios que pagan sus consumos mes a mes.