Tras los anuncios del presidente Mauricio Macri y los primeros avances en lo que será la mayor poda ministerial de la historia democrática argentina, el referente del Frente Renovador chaqueño aseguró que la eliminación de carteras sensibles “no mueve el PBI pero sí muestra un camino de transferencia de responsabilidades a las provincias”.

Luego de que el presidente Mauricio Macri anunciara la eliminación de diez ministerios del Gabinete nacional para convertirlos en secretarías de Estado (lo que también degradará a las actuales secretarías, que pasarán a ser subsecretarías, y así sucesivamente) el referente del massismo  habló de “una estrategia de ajuste brutal aprovechando la corrida cambiaria de la semana pasada”.

“La incidencia que van a tener estas medidas en el gasto público es marginal, pero para los argentinos el daño puede ser irreversible porque las provincias terminarán haciéndose cargo del abandono por parte del Estado nacional de áreas sensibles como el campo del trabajo y el de la salud”, analizó. “No se mejora la operatividad del sistema de salud eliminando el ministerio que la tiene que garantizar”, completó.

En esa línea, afirmó que el ministerio de Trabajo es una de las mayores conquistas sociales de la democracia: “Macri lo convirtió primero en un bastión de la Sociedad Rural y ahora lo transforma en una Secretaría, con el pretexto de que así se dará una respuesta más focalizada en el momento que se vive.

Más que una decisión debatida parece un acto de obediencia a las exigencias del Fondo Monetario Internacional para liberar un nuevo blindaje”.

“Cualquier funcionario sabe lo que significa gestionar beneficios para su provincia, y no es lo mismo ser recibido por un ministro que por un secretario o subsecretario a la hora de obtenerlos. Ni qué decir de la escala de los fondos que manejan unas y otras áreas. El Estado nacional se automutila a plena luz del día, ministerio por ministerio, y le echa la culpa a los Cuadernos K. Es una metodología perversa”, finalizó.