Se trata de Mario Medina, del departamento de Higiene y Seguridad.
Lo hizo ante la fiscalía N° 3 en el marco de la causa donde se investiga la muerte de cuatro operarios ocurrida en Puerto Vilelas en julio de 2017.
Medina afirmó que antes de la tragedia había pedido elementos de seguridad para el personal pero el directorio nunca los compró.
Sostuvo que, a la par, había sugerido la suspensión de los trabajos en boca de registros cloacales hasta tanto se garantice la seguridad de los obreros.
Uno de los elementos clave para determinar la cadena de responsabilidades en la muerte de los cuatro operarios de Sameep es si tenían o no elementos de seguridad para realizar el trabajo en aquella cloaca de Puerto Vilelas en donde murieron el 11 julio de 2017 tras aspirar gases tóxicos.
Y más aún: si la empresa contaba si quiera con los elementos básicos para trabajar de manera segura en ese lugar.
Al parecer, y de acuerdo al testimonio de Mario Medina, de la División de Higiene y Seguridad de Sameep, los directivos hicieron caso omiso a una serie de pedidos de compra de elementos de seguridad los cuales les hubieran salvado la vida a Daniel Pelozo, Mario Fernández, Jorge Ramírez y Leonel Prieto: las víctimas de aquella jornada.
Medina declaró el 20 de febrero de este año en calidad de imputado ante la fiscalía penal Nº3, por ese entonces subrogada por Patricia Passarino.
En esta misma causa, caratulada como “homicidio culposo”, también están imputados el presidente de la empresa, Claudio Westtein; el exGerente General y actual Gerente de Planificación, Ricardo Requena; el Jefe de Recursos Humanos, Luis Federico Alonso y el capataz que estuvo a cargo en Vilelas, Hugo Heraldo Fernández.
Los operarios fallecidos en Vilelas fueron: Jorge Ramirez Leonel Prieto. Daniel Pelozo y Mario Fernández.
Según la acusación fiscal, a Medina se lo señala por presuntamente no haber brindado los elementos mínimos e indispensables de seguridad a los operarios muertos, omitiendo también supervisar la realización de la obra.
Indagatoria
¿Qué respondió Medina? De acuerdo a la declaración indagatoria a la que accedió el portal colega www.chacodiapordia.com, este negó tener responsabilidad en el hecho, debido a que según él ni siquiera había sido notificado de las tareas que se iban a realizar en Vilelas.
Dejó en claro además que, al ser sólo un técnico, tampoco tiene la autoridad para parar una obra.
Dijo que sólo puede hacer sugerencias y recomendaciones al personal, además de solicitar compras de elementos de seguridad y realizar trámites administrativos de la ART, por ejemplo.
Explicó también que el cargo de Jefe de Higiene y Seguridad estaba vacante, que él había quedado como el “referente de esa división” y remarcó que no podía ser el responsable de esa área porque la ley establece que el único que puede estar ahí es un ingeniero con postgrado en Higiene y Seguridad.
Es decir que las autoridades de Sameep no habían nombrado hasta ese momento a ningún profesional responsable en ese puesto.
“Después de que los cuatro compañeros fallecieran en Vilelas, pusieron a cargo de la División Higiene y Seguridad a un profesional. La empresa tenía conocimiento de que no había profesional y lo designaron recién después de todo esto”, aseveró.
Por otra parte, recordó que en febrero de 2017, cinco meses antes de la tragedia, había pedido al Directorio de la empresa la compra de una serie de elementos de seguridad para el personal. Este pedido se reiteró en marzo y mayo.
Dijo que no le hicieron caso.
A la par, había sugerido que no se realicen más trabajos en bocas de registro cloacales hasta tanto los operarios cuenten con las herramientas de seguridad y la capacitación necesaria.
Según Medina, las autoridades tampoco lo escucharon.
Pedidos
El 10 de enero de 2017, seis meses antes de la muerte de los cuatro operarios en Vilelas, dos obreros de Sameep murieron en circunstancias similares.
Julio Romero y Marcelo Cardozo se intoxicaron con gases mientras realizaban tareas de mantenimiento en una boca de registro en la localidad de Tres Isletas.
Cayeron desmayados dentro de la cámara séptica y se ahogaron con líquidos cloacales. Romero murió en el lugar mientras que Cardozo agonizó dos días.
Al igual que en Vilelas, ninguno tenía los elementos de seguridad para hacer ese trabajo.
“Nosotros nos enteramos que personal se encontraba trabajando dentro de la boca de registro cuando ocurrió el accidente de Tres Isletas”, explicó Medina.
“En ese entonces realizamos un escrito donde nos deslindamos de responsabilidad porque no se contaba con los elementos de seguridad adecuados para realizar esta tarea. Se informó también a las autoridades que cada zona se hacía cargo de realizar las compras de los elementos de seguridad con su propia recaudación, donde cada Jefe de zona distribuía y controlaba el uso de los elementos de seguridad que se le otorgaba a cada personal”, comentó.
Descalzos y sin elementos de protección personal: así trabajaban operarios en Sameep (antes de la tragedia en Puerto Vilelas).
“Hoy existen cuatro zonas para Sameep, cada zona tiene su Jefe. Acá estamos en el Área Metropolitana, a cargo del presidente y los gerentes y subgerentes, entre otros. Ellos también serían a su vez Jefes de cada zona. Es por eso que realizamos los pedidos de compras de los elementos de protección personal y procedimiento de trabajo para ese tipo de tareas dentro de la boca de registro”, añadió.
Muy urgente
Tras las muertes de Tres Isletas, Medina entregó una nota con carácter de “muy urgente” donde pidió a la empresa la compra de los siguientes elementos de seguridad: 80 mamelucos impermeables; 150 cascos de seguridad amarillos; 35 cascos de seguridad blancos; 8 escaleras dieléctricas extensibles; 20 arneses anticaída; 20 arnés doble cola de amarre anticaída; 35 botas pantalón fabricada en material de PVC o similar y 12 detectores de gases toxicos.
También solicitó: 15 mascaras de rostro completo p/bi filtro; 140 filtros B para gas ácido; 80 respiradores buco – nasal (semi mascara) para doble filtro; 240 filtros destinados para respiradores buco nasales; 5 respiradores autónomos de alta performance; 8 trípodes telescópicos para rescate con malacate y 5 líneas de soga 14 mm x 50 metros (utilizada como línea de vida para salvacaídas).
El pedido tenía fecha del 9 de febrero de 2017, cinco meses antes de la tragedia de Vilelas.
Todos estos elementos estaban destinados para los operarios del Área Metropolitana, según se advierte en la nota a la que accedió Chaco Dia Por Dia.
En marzo y mayo del mismo año se hicieron más pedidos de compra de Elementos de Protección Personal (EPP) para todas las zonas de Sameep. Ninguna de estas notas tuvo una respuesta positiva, según aseguró.
“Esto se pidió de suma urgencia a las autoridades, pidiendo que se nos compren los elementos de seguridad porque era muy importante poder capacitar al personal en el uso de los elementos así se podía realizar los trabajos adecuadamente, protegiendo a los compañeros”, sostuvo.
Y añadió: “No sé hasta ahora por qué no se compraron, siendo que así se podían salvar vidas, se podía capacitar al personal en el uso de esos elementos de protección y procedimientos de trabajo”.
“Yo tengo conocimiento que las solicitudes que realice se les notificó a mi Jefe (de Recursos Humanos), Federico Alonso y al presidente (de Sameep, Claudio) Westtein y todavía no tengo una respuesta de por qué no se dio curso en su momento”, añadió.
“Que no se hagan”
En relación a las supervisiones de las obras, Medina indicó que hizo varias notas a los distintos departamentos para que se informe a Higiene y Seguridad sobre cualquier trabajo que se esté realizando por dentro de la boca de registro cloacal y, además, “se sugirió que no se realicen (estos trabajos) hasta que contemos con los elementos de seguridad y así podamos capacitar al personal”.
Medina sostuvo también que “cada departamento tenía la obligación de informar a la división de Higiene y Seguridad las tareas que se encuentran realizando y las que se van a ejecutar y nunca nos avisaron”.
“Quedó demostrado en el accidente que pasó en Puerto Vilelas, donde fallecieron los cuatro compañeros, que nosotros fuimos los últimos en enterarnos. Ese día nadie nos informó que tipo de tareas iban a realizar, ni dónde ni cuándo, a pesar de que reiteradas veces les pedimos que nos informen”, sostuvo.
Finalmente, Medina señaló que en última instancia, quien debe velar por los empleados de manera directa “es el Jefe de división: el capataz. Él es quien supervisa”.
En Vilelas, el capataz a cargo de la obra era Hugo Heraldo Fernández. En el expediente, Fernández está acusado de no haber estado presente supervisando los trabajos de los operarios en el lugar y de haber omitido su deber de asegurar que los trabajadores emplearan los elementos de seguridad para realizar su labor.
Informe: Bruno Martínez para Chaco Dia por Dia
Fuente: (Chaco Dia por Dia)