Si bien son pocos los casos sospechosos se está trabajando para evitar un brote de esta enfermedad que es transmitida por un mosquito.
En el parte informativo del Ministerio de Salud del Chaco de ayer se dio cuenta que “desde el 1 de enero de 2021 hasta la fecha, en el Chaco se notificaron 19 casos sospechosos de dengue, de los cuales 12 arrojaron resultados negativos, 5 muestras se encuentran en estudio y hay 2 casos probables, uno de ellos con antecedente de viaje”.
Este dato, si bien no implica la existencia de un brote, pone en evidencia que en el Chaco, esta enfermedad, transmitida por un mosquito, puede reaparecer en cualquier momento. Y podría darse un escenario similar al vivido a finales de marzo, cuando el Chaco enfrente varias amenazas juntas y se podría decir que hubo avances. Pero en esta oportunidad, si ocurre, se daría en una segunda ola de casos de Covid-19.
Al tiempo que hay un elemento que podría favorecer notablemente: de momento sólo hay pocos lugares habilitados para entrar y salir del país y todos deberán realizar una cuarentena. Ahora también es cierto que el turismo a zonas donde está presente el vector podría ser un punto en contra tomando en cuenta que hoy esos destinos son una opción interesante para los chaqueños. Otro elemento a tener en cuenta es el trabajo que están realizando en toda la provincia para combatir al mosquito vector (aedes aegypti).
En el último boletín emitido por el Ministerio de Salud de la Nación, correspondiente al 14 de diciembre, se indicó que en la temporada actual 18 provincias notificaron 740 casos sospechosos de dengue. Las regiones NEA y Centro son las que registraron un mayor número de notificaciones. Se han registrado 16 casos probables sin antecedentes de viaje o con lugar de adquisición en investigación. Los casos corresponden a Capital Federal (tres), Buenos Aires (tres), Santa Fe (dos), Chaco (dos), Corrientes (tres) y Formosa (tres). Además, Corrientes es la única provincia que registró un caso confirmado por laboratorio en la temporada”. Ese informe aseguró que “durante el transcurso del año 2020, se han registrado 59.385 casos confirmados y probables de dengue.
Si observamos el número de casos, se evidencia un aumento desde la semana epidemiológica 6 y dos picos en 14 y SE 17. A partir de allí se registró un descenso en el número de casos positivos. Si observamos las regiones, la región NEA y luego Centro muestran un inicio de los brotes más temprano en comparación a la región NOA con un descenso en el número de casos también anterior. Por su parte, en la región Cuyo, la incidencia de casos de dengue ha sido muy baja, aunque se han registrado casos en localidades que no habían reportado presencia del virus hasta este año”.
SIN CASOS AUTÓCTONOS
“No se registran casos autóctonos de Zika desde 2018. En 2020 se han notificado sospechas de Síndrome Congénito de asociación con ZIKV, en Chaco (uno), Salta (uno) y CABA (uno). Para la transmisión vertical de virus sin síndrome congénito se ha reportado un caso sospechoso en Chaco. En cuanto a la infección durante el embarazo, se registraron tres casos sospechosos en Buenos Aires (uno) y en Tucumán (dos). En tanto, Argentina no presentó casos confirmados de fiebre amarilla en humano durante el 2020. S
e registró un caso sospechoso en Chaco en un paciente pos neonato, cuyos resultados de laboratorio se encuentran pendientes. En cuanto a epizootias, se registró una sospecha de epizootia de fiebre amarilla en un mono”, aseguró el informe emitido el mes pasado por la cartera sanitaria nacional.
Las medidas que se pueden tomar y los síntomas
Autoridades sanitarias indicaron que “los síntomas del dengue son fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel, picazón y/o sangrado de nariz y encías”.
Ante estos síntomas se debe acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado”, mencionaron.
“Como no existen vacunas que prevengan el dengue ni medicamentos que lo curen, la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores”, indicaron.
“Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Estos recipientes deben ser eliminados. Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente debe evitarse que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o vaciándolos frecuentemente (portamacetas, bebederos”, señalaron.
“La aplicación de insecticidas es una medida destinada a eliminar a los mosquitos adultos pero no a los huevos y a las larvas. Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias ya que solo se recomienda en momentos de emergencia, y siempre debe ser acompañada por la eliminación de todos los recipientes que acumulan agua en las casas y espacios públicos”.
Otra medida que pueda ayudar a evitar la picadura del mosquito es el uso de repelentes o insecticidas hogareños.
“Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra”, explicaron sobre la transmisión.
En los últimos años se incrementó los esfuerzos para poder combatir a la esta enfermedad pero hasta ahora reaparece en cada verano. Según un estudio regional “en la temporada 2019-2020 se atravesó la epidemia de dengue de mayor magnitud que se haya registrado hasta el momento en Argentina, y también la peor que haya registrado América con más de 3 millones de afectados”.